Morelos.- Oscar Ríos Toledano
, de siete años de edad, se para en el mismo sitio en el que hace un año ayudó a limpiar los escombros de su casa colapsada por el sismo , cuyo epicentro fue en Axochiapan , al oriente del estado. Su memoria lo lleva a recordar el día de la tragedia y el desánimo que sintió al ver la destrucción de las casas y su escuela .
Oscar guarda el casco y parte del vestuario que usó para sumarse a las labores de limpieza, junto con varios voluntarios que ayudaron a su familia en el retiro de la tierra y piedras para la construcción de una casa por gestión de la organización gubernamental Unidos por Morelos.
La nueva casa es pequeña, cimentada en unos 40 metros cuadrados y en los dos cuartos sólo cabe una cama matrimonial. Tien e un baño y una sala-comedor-cocina que aloja sillas y una mesa pequeña.
El día del temblor Aurelia Barrera Aguilar , abuela de Oscar, descansaba en un sillón mientras su hija daba de comer a los nietos. Uno de ellos entró corriendo a su cuarto y le dijo que salieran porque estaba temblando . La abuela no daba crédito al sismo hasta que un muro comenzó a crujir y a caer piedras.
“Entonce s apretó el temblor y salimos al patio y fue cuando la casa del al lad o cayó encima de mi cocina y enseguida se cayeron los adobes de mi casa ”, narra doña Aurelia .
Oscar
estaba en la escuela , iba en primero de primaria. Dice que cuando los maestros se percataron del peligro sacaron a los niños . Los padres de familia fueron por ellos y Oscar no tuvo contratiempos porque vive enfrente.
¿Le ayudaste a tu papá?
Si, pues le tenía que ayudar. Recogí el escombro.
¿Qué dicen tus compañeros del sismo?
Nada, no lo recuerdan.
¿Te gusta cómo quedó tu casa?
Si, esta mejor que antes. Aquí me voy a quedar a vivir.
FOTO: TOny Rivera. EL UNIVERSAL
En este predio hay dos casas , una entregada por Unidos por Morelos , construida con tabique y de concreto , y otra de madera donada a la familia en desgracia por una organización religiosa, pero el calor es intenso así como la proliferación de animales rastreros por lo que todos viven en la casa de tabique.
La abuela recibió una tarjeta de Fonden por 15 mil pesos pero todavía no los cobra porque está esperando una mejor oportunidad para construir su casa propia. “No quiero vivir con mi hija pues son cinco de familia y sólo tienen dos cuartos. Ya me anotaron (en el padrón de damnificados ) a ver si salgo porque todavía andan por aquí haciendo casas ”, dice la abuela de 80 años de edad.
En ese mismo poblado hay damnificados inconformes con la construcción de sus casa por Unidos por Morelos , por su espacio, altura y sobre todo porque la edificación tiene vicios.
Varios de ellos reniegan del apoyo oficial pero también están alarmados porque dicen que la fundación Fuerza Vecina los obliga a devolver los 15 mil pesos que les dio el Fonden .
Algunos damnificados devuelven en abonos el recurso pero una persona responsable de la fundación, explicó que no son abonos sino reembolsos porque los beneficiarios firmaron un convenio porque el que aceptaron entregar los 15 mil pesos para obtener 105 mil pesos del gobierno estatal y otros 35 mil pesos de la fundación Fundación Vecina para hacer un total de 165 mil pesos y así construir una casa más grande. El asunto es que varios de los beneficiarios se gastaron el dinero antes de firmar los convenios.