Zapopan.— Alrededor de las 19:30 horas del lunes 15 de noviembre, la policía de recibió el reporte sobre la privación de la libertad de una persona a manos de un comando. Más tarde se sabría que se trató de un operativo discreto implementado por el Ejército mexicano, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República (FGR) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para detener, por segunda ocasión, a Rosalinda González Valencia, esposa de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del (CJNG).

El reporte que la policía municipal recibió señalaba que varios sujetos con armas largas, algunos vestidos de civil y otros con ropa militar, habían interceptado una camioneta en el cruce de las avenidas Guadalupe y Patria, en la colonia Jardines de Guadalupe, para llevarse por la fuerza en otro vehículo a la persona que conducía. La ubicación del lugar coincide con la que extraoficialmente ha dado a conocer la .

Fue hasta la mañana de ayer que el gobierno federal informó, a través de un boletín de prensa que emitió la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sobre la detención de la esposa del líder de uno de los cárteles con mayor presencia en el país.

El fiscal de Jalisco, Gerardo Octavio Solís Gómez, reconoció en conferencia de prensa que fue a través de ese comunicado que las autoridades estatales se enteraron de lo ocurrido e implementaron algunas modificaciones al patrullaje de las corporaciones de seguridad para prevenir cualquier posible reacción por parte del grupo delictivo.

“Tuvimos contacto con todas las áreas de seguridad para hacer un reajuste en el esquema de patrullaje y de vigilancia, pudiendo esperar algún tipo de reacción”, señaló el fiscal.

Indicó, además, que Rosalinda González Valencia no tiene cuentas pendientes en el fuero común y que, contrario a versiones que surgieron desde que se supo de su captura, hasta ahora no hay ninguna relación entre este hecho y el homicidio del exgobernador del estado Aristóteles Sandoval, ocurrido en Puerto Vallarta el 18 de diciembre de 2020.

“No hay absolutamente ninguna indicación por parte de la Secretaría de Seguridad estatal para tener una situación de emergencia. Las comisarías de Guadalajara y Zapopan ni estuvieron involucradas en el operativo”, dijo el edil.

Nadie vio nada

En la zona donde ocurrió la detención, repleta de negocios, restaurantes y bares, nadie puede dar cuenta de lo que ocurrió ni observó un despliegue operativo inusual o que llamara la atención: “Incluso yo me fui antes de las nueve de la noche porque estaba haciendo frío y como fue día de descanso esto estaba muy tranquilo”, señaló un hombre que cuida carros en ese sitio.

Detrás de la barra de un bar, un cantinero señala que en algún momento de la noche se vieron pasar por la avenida Patria una camioneta escoltada por otras dos con luces de policía y varias motocicletas, pero nada más: “Aunque teníamos mucha gente aquí, nos hubiéramos dado cuenta de un operativo grande”.

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