San Cristóbal de las Casas.— El Estado mexicano ofreció una disculpa pública a cuatro indígenas tzeltales del municipio de Ocosingo, que en 2015 fueron detenidos nueve días y torturados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), porque consideraban que no eran mexicanos.
Fue ayer al mediodía, cuando el comisionado del INM, Francisco Garduño Yáñez, ofreció disculpas públicas a los tzeltales identificados como B1, B2, B3 y B4, quienes hace cuatro años fueron detenidos en San Juan del Río, Querétaro.
Los tzeltales fueron retenidos mientras viajaban en autobús rumbo a Sonora, donde trabajarían en un campo agrícola. Ese 3 de septiembre de 2015 fueron acusados de llevar actas de nacimiento e identificaciones apócrifas. Los agentes insistían en que eran nativos de Guatemala. Al siguiente día, el INM ya contaba con oficios de salida en su contra para que fueran deportados a ese país.
Uno de los cuatro tzeltales fue torturado con descargas eléctricas, golpes y puntapiés, en las instalaciones del INM de San Juan del Río, explicó el funcionario.
En el evento no estuvieron los dos hombres y las dos mujeres afectados, para mantener la confidencialidad de su identidad, por pedido de su abogada Gretchen Louise Kuhner. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas confirmó el carácter de víctimas a los cuatro tzeltales, en atención a la resolución CEAV/CIE/0158/.
El INM sancionó a seis funcionarios, con la separación de sus labores durante un mes a 15 días.
La abogada Gretchen Louise Kuhner, dijo que a nombre de las víctimas aceptaba las disculpas. Recordó que cuando fue a visitar a los tzeltales a Ocosingo, les dijo que iban a recibir una disculpa pública, por lo que en febrero de este año se reunieron en Ciudad de México, con funcionarios del INM.
Ahora lo único que quieren saber los tzeltales, dijo, es “quiénes fueron las personas que nos hicieron este daño, por qué y cuáles fueron las sanciones que les dieron”.
Una de las jóvenes detenidas por el INM, que en ese entonces tenía 15 años de edad, dijo que se debe asegurar que “a nadie de mi comunidad le vuelva a suceder” este tipo de caso, ya que “mis hermanitas van a querer ir al norte y no les debe ocurrir lo mismo”.
La abogada María Fernanda Pinkus Aguilar, de la Clínica Jurídica del programa Universitario de la UNAM, consideró que “fue muy importante que se hiciera la disculpa”, porque esto no le ha ocurrido sólo a los cuatro tzeltales.
Explicó que la disculpa pública incluye la reparación del daño en términos económicos, ya que los chiapanecos iban a trabajar al norte del país y durante su detención dejaron de percibir ingresos.
En su oportunidad se supo que cuando los chiapanecos fueron detenidos, la embajada de México en Guatemala había cruzado datos con el Registro Nacional de Personas (Renap) y se decía que los tzeltales eran originarios de una comunidad del departamento de San Marcos, colindante con México.
Luego la embajada aclaró que en el Renap no se encontraban los nombres de los tzeltales, por lo que se detuvo la deportación, hasta el 11 de septiembre que los tzeltales fueron liberados.