Santiago Juxtlahuaca.— Una biblioteca móvil cargada con más de 600 libros, entre ellos algunos escritos en lengua nânj nï'ïn, recorre 15 comunidades triquis en la Mixteca de Oaxaca; con ella, el Colectivo Triqui se suma a una iniciativa de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO) para alfabetizar a estudiantes y personas adultas de esta zona.
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Por ahora, sólo en la biblioteca móvil y un pequeño espacio comunitario ubicado en San Andrés Chicahuaxtla se pueden localizar una gran variedad de libros en nânj nï'ïn, idioma que hablan más de 100 comunidades triquis, donde, a pesar de las distintas variantes, el colectivo ha logrado consolidar ya una decena de publicaciones.
“Gracias a estas iniciativas, los niños se dan cuenta de que no sólo se pueden escribir en español los libros, sino que también en nuestra lengua”, expone Misael Hernández, profesor bilingüe e integrante del Colectivo Triqui, cuyo trabajo para revitalizar la lengua se remonta a 2009.
El nânj nï'ïn, también conocido como triqui, es uno de los 16 idiomas que se hablan en Oaxaca; aunque se desconoce la totalidad de personas que hablan cada idioma, en la región de la Mixteca 34.5% habla alguna lengua indígena, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi.
Además, 13.5% de esta población es monolingüe; es decir, no habla el español.
Labor de largo aliento
El Colectivo Triqui está conformado por lingüistas, maestros, diseñadores y pedagogos que comenzaron a trabajar en la creación de libros y traducción de otros a su lengua. A la fecha, han traducido cerca de 58 libros en plataformas como StoryWeaver, que ya se encuentran disponibles para el público en PDF.
Aunque el esfuerzo del colectivo ha dado frutos con la traducción de decenas de libros y la creación de otros tantos, lo más difícil es la impresión de las obras, reitera Misael Hernández.
“El proceso de impresión es lo más difícil, porque de las instituciones que creemos que deberían de apoyar estas iniciativas no lo hacen”, dice.
Hoy, el colectivo participa en la biblioteca móvil con acervo que va desde novelas, cuentos, de consulta, además de materiales didácticos y juegos, así como un telescopio y cine. La unidad lleva consigo cuatro libros impresos en lengua nânj nï'ïn. “Lo que hacemos es ir a las comunidades entre semana. En las mañanas se trabaja con las escuelas y por la tarde se invita al público en general”.
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Visibilidad de la lengua
“Es una gran oportunidad para quienes alfabetizan a los niños en la lengua triqui; son libros para los primeros lectores, aunque también son para adultos que por primera vez tienen contacto con la escritura triqui”, explican los integrantes del colectivo.
Las obras también se encuentran disponibles en un pequeño espacio que sirve de biblioteca comunitaria en la comunidad de San Andrés Chicahuaxtla. El equipo multifuncional del Colectivo Triqui señala la importancia de que los libros estén en las manos de los niños, así como en bibliotecas comunitarias.
“Detrás de todos estos esfuerzos está un equipo que trabaja con mucho entusiasmo, pues todos le tienen pasión a la lengua. Estamos apostando a hacer más actividades para revitalizar y fortalecer nuestra lengua, darle esa fuerza que necesita y mirar desde otro ángulo, desde un contexto donde la lengua tiene que preservarse durante muchos años”.
Hernández señala que para muchos estudiantes es la primera ocasión que hacen contacto con un libro diferente al de texto; sin embargo, las instituciones bilingües no cuentan con servicio de biblioteca, por lo que insistió en que deben de apoyarse en la impresión de más libros.