Más Información
Anuncian instalación de 25 albergues en la frontera con EU por amenaza de deportación masiva; Rosa Icela dialoga con gobernadores
Tras nota de EL UNIVERSAL, Senado va por regular venta de drones; darán 40 años a quien los utilice como arma
Publican decreto en el DOF que desaparece a 7 organismos autónomos; Inai, IFT, Coneval, Cofece, entre otros
Tras fallo a favor del maíz transgénico, México permitirá importación; busca prohibir su siembra en el país
Ya extinto el Inai, pide garantizar acceso a la información; reitera intención de participar en diseño de nuevo modelo
Puebla.— La dentadura se caracteriza por ser única en cada individuo. Las piezas dentales tienen un alto grado de resistencia a distintos agentes externos como altas temperaturas, el paso del tiempo, pH, humedad y salinidad. Es por ello que la odontología se ha aplicado a la parte forense para la identificación de personas o restos humanos.
“Mi conocimiento sobre odontología forense ha sido pieza clave en la intervención de temas relacionados con la identificación humana, en donde llevando a cabo el correcto examen post mortem identificamos señas particulares y dentales que colaboran en las investigaciones para la identificación de las personas”, comentó Fernando Retana Milán, quien actualmente es perito en el Área de Estomatología Forense de la Fiscalía General del Estado de Puebla y uno de los cuatro odontólogos forenses a nivel nacional.
Los odontólogos forenses colaboran con el Ministerio Público en relación con las diversas indagatorias de carácter odontológico forense, determinación de lesiones y clasificación de estas, así como el estudio de huellas de identificación por mordedura humana.
“Aquí en la Fiscalía General del Estado de Puebla las actividades que realizamos son especializadas en antropología y odontología. En la odontología llevamos a cabo actividades de identificación meramente, los especialistas trabajan específicamente en el cráneo, tercio inferior de la cara, lo que correspondería a la boca, el sistema bucodentomaxilar, en donde se hace un análisis de las características odontológicas que se pueden tener con fines de identificación”, manifestó Fernando Retana.
Estas características se dan en función al tipo de dientes, tipo de trabajos que se pueden encontrar o tratamientos que se le hayan realizado con anterioridad a la persona fallecida. Asimismo, se puede detectar ancestría (origen de la persona) a través de las caras de los órganos dentales, de su forma, si son triangulares o cuadrangulares, el tipo de medidas que tiene, tamaño de raíces y también se puede saber edad aproximada y a qué tipo de población pudo pertenecer la persona.
“La cavidad bucal se evalúa de forma integral, actualmente dada la investigación científica cada elemento que conforma la boca contribuye significativamente. En cada evaluación buscamos clasificar, detectar, limitar e identificar elementos significativos e individualizantes que favorezcan la confronta entre los datos post mortem y ante mortem”, explicó el especialista.
Es importante tomar en cuenta que, para que se pueda acreditar la identidad de una persona por medio de piezas dentales es necesario construir un perfil biológico a través de lesiones e indicios como caries, cicatrices o piezas incrustadas que permitan al odontólogo forense encontrar coincidencias o discrepancias en las fichas odontológicas, donde se evalúa la morfología, posición y tamaño de los dientes.
Cabe destacar que todo este proceso va de la mano de datos ante mortem que puntualicen las condiciones, tratamientos y todo el historial clínico de la persona, datos que son aportados por médicos u odontólogos tratantes o en su caso por instituciones médicas que trataron a la víctima a lo largo de su vida. Sin esta información no es posible realizar una lectura comparativa que permita confirmar la identidad del cadáver a través de este método.
“La identificación odontológica es posible por el grado de precisión del examen odontológico denominado odontograma y por los datos proporcionados en las historias clínicas, así como en los exámenes complementarios, en donde se detalla las cinco superficies visibles dentales de los 32 dientes de la dentición permanente o 20 en el caso de la dentición temporal (infantil) lo que hace un total de 160 superficies (100 en dentición temporal): sumando el número de posibles combinaciones de caries y procedimientos odontológicos, dientes faltantes, supernumerarios (unidades dentales que numéricamente exceden la cantidad de dientes normal) y todas las características congénitas y adquiridas visibles”.
Diversos artículos de investigación científica muestran que, a nivel nacional, la población tiene diversas características significativas en tanto al tamaño de las raíces con el tamaño de los órganos dentales, por ejemplo, hay raíces de tipo “enana”, la cual es una característica muy significativa de las poblaciones del sur de México.
Por el contrario, en el norte encontramos algunas características a nivel de las caras vestibulares de las coronas dentales en donde se encuentran unas pigmentaciones de color marrón, las cuales nos hablan de una fluorosis dental que es propia de la población del norte del país, debido a un alto contenido de flúor en el agua.
“En el laboratorio las actividades que se llevan a cabo son en conjunto con programas especializados para que los odontólogos puedan realizar las acciones de identificación. Con los rayos X se pueden obtener radiografías que ayudan para definir si la persona tiene tratamientos dentales, que pieza dental es, podemos encontrar información tanto clínica como radiológica para nuestro estudio o la dictaminación”, explicó Retana Milán.