Juchitán.— El gobierno mexicano está obligando a miles de migrantes a cruzar el país a pie, caminando cientos de kilómetros bajo condiciones adversas, al negarles autorización de abordar autobuses para avanzar en su camino hacia Estados Unidos, así como visas humanitarias, conforme lo establece la ley migratoria vigente al constituir un sector vulnerable; en cambio, pone en peligro su vida.
El coordinador del Centro por la Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, quien acompaña a los integrantes de la caravana migrante Éxodo de la Pobreza, denunció que “por decisiones políticas”, las autoridades migratorias negaron la entrega de visas humanitarias a mil 260 migrantes, entre adultos y menores de edad, quienes cruzan actualmente territorio oaxaqueño. Se trata al menos de la cuarta vez que el gobierno mexicano rechaza dicha solicitud, lo que obliga a los extranjeros a recorrer a pie hasta ahora 500 kilómetros desde su salida de Tapachula, Chiapas, el pasado 24 de diciembre, hasta su llegada a Juchitán.
“La coordinadora jurídica estatal del Instituto Nacional de Migración (INM) nos entregó el documento de respuesta a la petición que hicimos el 16 de enero. Nos citaron en una callecita oscura del municipio de Santo Domingo Ingenio y ahí nos dieron la respuesta donde piden que nos entreguemos y suspendamos la caravana”, dijo el activista.
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El Éxodo de la Pobreza llegó al municipio istmeño de Santo Domingo Ingenio el pasado domingo 14, después de que las autoridades les negaron ayuda humanitaria y no les permitieran descansar en las plazas públicas de los municipios de Santo Domingo Zanatepec y Santiago Niltepec. Tras cuatro días en espera de la respuesta del INM, les volvieron a negar las visas humanitarias y la posibilidad de establecer un “corredor humanitario de transporte”.
Para el director de Pueblos Sin Frontera (PSF), Irineo Mujica, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador quiere “quebrar la migración en el territorio mexicano porque le va a cobrar el favor al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. El fenómeno migratorio se ha convertido en un gran negocio para el gobierno mexicano”, señaló.
García Villagrán pidió a la población de Juchitán solidaridad con las familias migrantes para que apoyen con agua, pan, café, medicinas y pañales. Mientras que, a los prestadores de servicios, les solicitó que no cobren más de lo que en realidad cuestan los servicios. “Esta es una caravana de migrantes pobres”, reiteró.
Con el apoyo de la Guardia Nacional (GN) y de la Policía Vial, los migrantes caminaron desde Santo Domingo Ingenio a Juchitán. Tras su llegada, se instalaron en el edificio que funcionó como Centro de Movilidad Migratoria (CMM).
Pese a las adversidades que enfrentan, la caravana se estacionará en esta ciudad zapoteca. “Aquí vamos a esperar unos días”, afirmó la coordinadora Rosa Vásquez.