Cuernavaca.- Los delincuentes que han violentado las parroquias de las Diócesis de Cuernavaca automáticamente quedan excomulgados, afirmó el obispo Ramón Castro Castro .
“Las personas que roban en las iglesias automáticamente quedan excomulgadas, pero yo creo que ni siquiera son personas de fe así que les da lo mismo, porque tienen otras intensiones”, expresó el líder religioso.
Su posición responde a los robos registrados en distintas parroquias del estado y en sus redes sociales el obispo ha dado cuenta de tres robos que ocurrió en menos de diez días.
Castro Castro expuso que la noche del martes fueron saqueadas la Casa Parroquial y las oficinas de Atlatlahucan, en los altos de Morelos. En su mensaje agregó: “Como suele suceder la impunidad habrá de reinar. Dios nos ayude".
En lo que va del año la iglesia católica lleva documentados al menos tres robos, el primero en la capilla de Guadalupe de la parroquia Santa Rosa de Lima, en la capilla del Señor de la Cosecha de la parroquia de Progreso y la parroquia de Atlatlahucan.
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Para inhibir la acción delictiva, el vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral Nájera, informó que varias parroquias en Morelos colocaron cámaras de video y dijo que la medida, aunque efectiva para la prevención del delito, es aceptada únicamente por menos del seis por ciento de las 114 iglesias del estado.
Por su lado, el director de Asuntos Religiosos del gobierno estatal, Luis Héctor Herrera López, señaló que las autoridades municipales han sido omisas en la regulación de actividades religiosas porque a pesar de que hay aumento en los contagios de Covid-19 se siguen realizando celebraciones en honor a algún santo.
Aunque es la propia gente de las comunidades quienes organizan estas actividades regidas por sus usos y costumbres, Herrera López dijo que deben entender que es un tema de corresponsabilidad porque no se privilegian los cuidados de higiene ni los aforos permitidos.
"Las veces que he platicado con los encargados en las parroquias que realizan celebraciones, su repuesta es que ellos dentro de la parroquia realizan sus actividades con todos los protocolos, pero no hemos acabado de entender que todos debemos participar para disminuir contagios haciendo uso de todas las medidas sanitarias”, expresó.
En este sentido, afirmó que como autoridades estatales no pueden hablar de sanciones porque quienes organizan son el pueblo, sin embargo, las autoridades municipales sí pueden intervenir porque otorgan los permisos debido a que los ingresos se quedan entre el pueblo y ayuntamiento.
Las autoridades municipales deberían estar más atentos y analizar si es posible llevar a cabo estas festividades, como en el caso de Tlaltenango se acordó que por el incremento en los casos activos lo mejor sería suspenderla, indicó el director de Asuntos Religiosos.
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