Juchitán de Zaragoza.- Por los recortes presupuestales y el alto precio del diésel marino, la industria pesquera está contra la pared y no puede ser rentable ni competitiva. “No hay dinero para los programas de inspección y vigilancia y tampoco para el fomento al consumo de productos del mar”, acusa el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera (Caninpesca) , Humberto Becerra Batista.
El representante pesquero señala que desde 2018 esta industria enfrenta severos recortes de presupuesto. Hace dos años al sector pesquero le asignaron tres mil 551 millones de pesos, para el 2019, el presupuesto se redujo a mil 700 millones de pesos, y en este año, sólo le presupuestaron mil 200 millones de pesos. En el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) , del 2021, sólo se contemplan mil 39 millones de pesos, detalla el líder de los pescadores del país.
De acuerdo con información proporcionada a EL UNIVERSAL por un diputado federal de Morena, quien pidió el anonimato y admite que lamentablemente la propuesta del presupuesto de egresos para el 2021 no considera gastos de inversión para el sector, el próximo año no se contará con recursos para los diversos programas y tampoco para el equipamiento y fomento pesquero.
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La propuesta enviada por la Secretaría de Hacienda (SHCP) a la Cámara de Diputados, explica el legislador, consigna que tan sólo para gastos administrativos de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, se le presupuestó para el año entrante la cantidad de 584.3 millones de pesos, contra los 655.1 millones de pesos que se ejercen en este 2020.
“Solo hay dinero para salarios, combustible, papelería, luz y telefonía. Para programas de impulso a la pesca no hay nada”, admite el diputado.
El panorama no es alentador. Por ejemplo, por el “brutal recorte presupuestal” de este 2020, que dejó en cero pesos el programa de inspección y vigilancia, hubo un “devastador saqueo” de quienes practican la pesca furtiva.
Entre 2018 y este 2020, al programa de vigilancia le han despojado 205 millones de pesos y eso ha provocado que en 263 municipios costeros del país enfrenten la pesca ilegal en periodos de veda e incluso en época de captura del camarón, en alta mar, de exportación y consumo nacional.
Ante dicho escenario, el presidente de la Caninpesca, Becerra Batista, dice que el lenguaje del gobierno federal de la 4T es contradictorio en materia de apoyo a las actividades primarias, como la pesca, y en torno a la autosuficiencia y seguridad alimentaria. Es contradictorio, dice, porque desde el año pasado se desapareció el presupuesto destinado al programa de Fomento al Consumo, que tenía dinero para apoyar las ferias de escamas y crustáceos y difundir las bondades de los mariscos.
“No entiendo el mensaje del actual gobierno federal. Dice que quiere que los mexicanos consuman alimentos sanos, como los que vienen del mar, pero le quita dinero al programa de Fomento al Consumo, le deja en ceros el programa de apoyo a la acuacultura y elimina los apoyos al programa de Fomento a la Productividad”.
“¿Soberanía alimentaria? ¿Autosuficiencia alimentaria? ¿Cómo vamos a lograr esas metas si cada año hay menos dinero para esos programas?”, pregunta.
Para el dirigente, el mensaje que manda el actual gobierno federal con esos recortes, es “que la 4T no tiene el más mínimo interés para fomentar una buena alimentación entre los pueblos de México”, pues no se refleja en el presupuesto que el gobierno federal tenga interés en fomentar el consumo de mariscos para que “siempre tengan precios accesibles a la población”.
Parece, lamenta, “que el gobierno sólo tiene el gusto de ver la fila de pescadores estirando la mano, para rasguñar la bolsa de mil 548 millones de pesos de Bienpesca”.
En mayo de este año, los pescadores de alta mar y ribereños, denunciaron que fueron víctimas de un certero golpe de parte de la 4T que desde la Secretaría de Hacienda, eliminó el estímulo fiscal del 100% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), del que fueron beneficiados en 2016, con la compra del diésel marino y gasolina para la pesca ribereña. “Fue un duro golpe para nosotros”, dice Becerra Batista.
En el caso de Oaxaca, el presidente municipal del puerto de Salina Cruz, Juan Carlos Atecas Altamirano, señala que el precio del diésel ronda en 20 pesos el litro y por esa razón desde hace varias temporadas de captura de camarón de alta mar, se convino con Pemex la entrega de un donativo para las 40 embarcaciones camaroneras del puerto.
El problema, señala, es que desde el gobierno de Oaxaca no se ha hecho el trámite administrativo y si no llega el diésel marino a tiempo, las embarcaciones no saldrán.
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“Parece que los funcionarios no comprenden el gran problema que se puede generar en la economía local y regional si las 40 embarcaciones no salen a la pesca de alta mar, a fines de este mes, cuando se levante la veda camaronera”, señala.
El edil advierte que si el combustible no llega a tiempo habrá un desplome de ingresos en toda la cadena productiva, pues más de cinco mil familias dependen de la pesca, a los que se suman integrantes de otros eslabones como comerciantes, como talleres y prestadores de servicios.
afcl