Culiacán, Sin.- El gobernador Quirino Ordaz Coppel reconoció que Sinaloa tiene un ligero aumento en nuevos casos de Covid-19, pero eso no implica que se tenga que decretar un nuevo confinamiento de la población y el cierre de negocios y empresas.
Adelantó que la Secretaría de Salud Federal le notificó que, a partir de la próxima semana, Sinaloa pasará al color amarillo en el semáforo epidemiológico ; a pesar de ello, la recomendación a la población es continuar con la sana distancia, el lavado de manos y el uso de cubre bocas.
En el marco de la celebración del Día del Médico, Ordaz Coppel externó que por sus condiciones geográficas y productivas, el estado depende de muchas actividades prioritarias que no pueden parar, como la agricultura y la pesca, que producen alimentos.
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Señaló que aunque en los últimos días los reportes de salud reflejan un promedio de 90 nuevos contagios, mientras que en semanas previas se habían registrado 71, no hay que alarmarse. Recordó que en los meses de mayor contagio, se superaron los 200 casos diarios, por lo que en estos momentos no se puede hablar de números rojos.
Dijo que a diferencia de otros estados vecinos, en Sinaloa la población ha respondido en los cuidados en sus hogares, en lugares públicos y en zonas de esparcimiento y espectáculos, como estadios de beisbol y futbol.
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Cuando ha habido incidentes de aficionados que han roto las reglas de estancia en los estadios, han sido desalojados y vetados para futuros juegos, por lo que no se tiene pensado cerrarlos.
Sobre la demanda de los bonos que se ofrecieron al personal de salud, indicó que se gestionan recursos adicionales con la federación, ya que no se tienen contemplados en los presupuestos y con la caída de ingresos propios y en las participaciones esto se dificulta.
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