El vocero de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa , el sacerdote Benito Cuenca Mayo , negó que el obispo Salvador Rangel Mendoza esté pactando con líderes de narcotráfico y precisó que las reuniones sólo han sido en busca de la paz de Guerrero.
Este domingo, Cuenta Mayo explicó que las reuniones que ha sostenido el obispo Rangel Mendoza con líderes criminales nunca ha tenido el propósito de negociar o pactar.
" El obispo es un pastor que está obligado a escuchar a sus ovejas (…) Monseñor Salvador Rangel no realiza, no ha realizado ningún tipo de pacto, tratos, ni negociaciones con personaje alguno, ni civil ni político, a fin de buscar la paz, sino solamente acercamientos por medio del diálogo en bien de las personas ", dijo el vocero.
Cuenca Mayo indicó que las reuniones entre el obispo y los narcotraficantes se han llevado para encontrar la buena voluntad “en la conciencia de estas personas para construir la paz con misericordia en la entidad tan lacerada por la violencia que vivimos diario”.
El vocero de la diócesis dijo que el obispo no está obligado a comparecer ante una autoridad por las reuniones que ha sostenido y advirtió que tiene que ser el gobierno quien investigue y dé con los líderes delictivos.
El domingo pasado, Rangel Mendoza reveló que un líder de crimen organizado se comprometió a no asesinar a más candidatos en Guerrero, con dos condiciones: que los políticos no compren el voto y que después cumplan sus promesas.
El obispo explicó que este vienes se reunió con el líder del narco donde le pidió que no hubiera más asesinatos y, dijo, ellos se comprometieron a que así sería.
"Ellos hicieron ese compromiso conmigo y espero que lo respeten, yo espero que si", dijo el obispo Rangel al termino de una misa en el mercado central de Chilpancingo.
Rangel Mendoza indicó que el líder del narco puso dos condiciones. Una: “que los candidatos no repartan dinero para comprar el voto y que en su lugar realicen obras en las comunidades como una calle”. Y dos: “que los candidatos cumplan con lo que prometen porque después llegan al poder y se olvidan de la gente, y eso es lo que molesta”.
En Guerrero desde que se declaró iniciado el proceso electoral ha sido asesinados 11 políticos que manifestaron su interés por un cargo de elección popular. Incluso, ya fueron asesinados tres que se inscribieron formalmente el proceso como precandidatos, como el caso de las precandidatas al distrito 25 de Chilapa, Antonia Jaimes Moctezuma del PRD y Dulce Rebaja del PRI.
afcl