Puebla.— El Patio de San Luis, un tradicional restaurante de la capital poblana, se encuentra en terapia intensiva ante la crisis sanitaria por el Covid-19, a pesar de ser un lugar que se ha mantenido por generaciones.

“Viene desde mi abuela y mi padre, no podemos vivir de las ventas en línea, pues son más caros los precios con las aplicaciones. Sí me ha pasado por la cabeza el cerrar si se vuelve a un confinamiento”, advierte Julio Silva, dueño de El Patio de San Luis.

El restaurante ofrece una carta de comida tradicional de la entidad, como mole poblano, chile en nogada, mole de caderas, enchiladas, entre otros guisos.

El lugar superó el primer año de confinamiento con sus ahorros, pero ante los cierres y las pocas ventas, tuvieron que apretarse el cinturón y algunos empleados buscaron otras opciones.

“Nuestro personal es muy cumplidor. Nosotros no hemos despedido a ninguno y hemos salido adelante con nuestros ahorros. Antes de comenzar la pandemia éramos más de 20 trabajadores y poco a poco se han ido bajando del barco. Actualmente quedamos 12 trabajadores”, asegura Julio.

Con tono preocupado y pensante de la situación que se está viviendo, Julio explica en entrevista para EL UNIVERSAL que los sueldos salen de las ventas que se hacen en la semana, por lo que cada vez es más difícil.

Para ilustrar la caída de las visitas, Julio compara los servicios que tenían antes con los de ahora y agrega que además de eso tiene que lidiar con el incremento de los precios de los productos.

“Antes de la pandemia vendíamos unas 500 comidas a la semana, ahora me doy por bien servido si llegamos a las 100, pero lo peor es que también los precios en los insumos no paran de subir”, relata el chef.

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