Zacatecas.— A 24 días de la privación de la libertad de El Profe Chayo sigue sin saberse nada de su paradero y en medio de la tragedia, los ánimos han decaído en muchos de los maestros rurales del pueblo de Cuauhtémoc y de esa región, quienes dicen que “no hay mucho qué festejar en este Día del Maestro”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, algunos docentes que prefieren el anonimato y que trabajan en las escuelas no sólo del municipio de Cuauhtémoc, sino de esa región del sureste como Genaro Codina, Loreto, Luis Moya, dicen que también los ha invadido el temor, ya que al trasladarse a sus centros de trabajo sienten miedo, porque también a varios les han tocado ver los bloqueos carreteros y quema de vehículos que realizó hace más de una semana el crimen organizado.
Tanto la desaparición del profesor José del Rosario Urrutia, mejor conocido como El Profe Chayo, quien fue privado de la libertad por un grupo armado, el pasado 21 de abril, así como los bloqueos carreteros, han agudizado los sentimientos de tristeza, miedo y preocupación en los maestros.
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Los profesores entrevistados refieren que al inicio ejercieron una gran presión para exigir la intensificación de la búsqueda de El Profe Chayo, luego dieron tregua por las festividades del Día del Niño y para no exponer la integridad de su compañero, pero solo han visto que pasan los días y sin ningún resultado de la localización.
Algunos se sienten vulnerables y hasta desprotegidos por parte de la autoridad educativa y de los sindicatos, al referir que antes existían las minutas de acuerdo en materia de seguridad que establecían que cuando estuviera en riesgo la integridad física del trabajador de la educación, el patrón estaba obligado a cambiarlos de lugar.
Admiten que ante la nueva realidad de Zacatecas, ellos mismos no saben cuál es el lugar más seguro como para solicitar un cambio: “prácticamente casi todas las regiones tienen presencia del crimen y en todo el estado hay violencia”.
Dicen que el problema es que desde meses antes ya varios de los maestros rurales de esa zona han sido víctimas del crimen organizado, ya que en tramos carreteros han sido despojados de sus vehículos.
Con lo de El Profe Chayo, dicen que no respetaron al magisterio: “no quiere decir que los profesores debemos ser intocables, no, simplemente, pues, qué daño podemos hacer nosotros, si sólo portamos una pluma o un lápiz”.