La intoxicación masiva de 27 trabajadores de una planta deshidratadora de mango, en la sindicatura de Villa Unión, en Mazatlán, se produjo por el taponamiento en su sistema de ventilación de su horno horizontal, a causa de la construcción de un nido de aves.
Jorge Alán Urbina Vidales,
titular de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COEPRISS), señaló que los humos, resultado de la combustión, no fueron expulsados por su chimenea que estaba obstruida.
Dijo que el pasado viernes fue necesario que los cuerpos de auxilio y de rescate acudieran en ayuda de los 200 trabajadores de la empresa Mazazul, ubicada en la comunidad del Pozole , sindicatura de Villa Unión, en Mazatlán, por problemas de intoxicación con el monóxido de carbono.
Del total del personal que en esos momentos se encontraban en la nave de la empresa empacadora de mango, 27 de ellos tuvieron que ser trasladados a uno de los hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social para su atención.
Urbina Vidales expresó que, a causa de este accidente provocado por falta de mantenimiento al sistema de ventilación del horno horizontal, se produjo la acumulación de humo en la nave, por lo que muchos trabajadores presentaron un cuadro de vómitos y mareos.
Citó que en una revisión que se practicó a la chimenea, se descubrió que, en esta, aves habían construido un nido, lo que evitó que el humo generado por la combustión pudiera salir, por lo que este se fue acumulando dentro de la planta de deshidratación de mango.
Jorge Alán apuntó que se ordenó suspender en forma temporal sus actividades , por lo que se colocaron sellos para realizar una inspección más a fondo, sobre sus normas de seguridad y evaluar la calidad en cuanto al manejo del producto que procesan.
Hilario Ismael Rubio Benítez, director del Hospital Rural Número 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social, ubicado en Villa Unión, informó que la totalidad de los 27 pacientes que fueron atendidos con diversos síntomas, entre ellos, mareos y nauseas, ya fueron dados de alta en forma paulatina.
Los que ameritaron hospitalización por presentar síntomas más graves, sólo permanecieron entre 24 y 72 horas bajo observación médica, por lo que el lunes pasado, la última empleada fue dado de alta.