Guadalajara.— Luz Raquel Padilla tenía 35 años y era madre de un niño de 11 años diagnosticado en el espectro autista. El sábado fue atacada por varias personas, quienes le rociaron alcohol y le prendieron fuego; murió la tarde del martes en un hospital.
Pero ese no fue el primer ataque: meses atrás había sido agredida con cloro industrial y recibió también amenazas de muerte. Presentó una denuncia ante las autoridades del municipio de Zapopan, donde vivía, y señaló a su vecino como el agresor.
Las autoridades descartaron su petición de incluirla en el programa Pulso de Vida (que consiste en un botón de pánico) por ser un asunto vecinal.
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La noche del sábado 16 de julio, cinco personas —cuatro hombres y una mujer, según testigos— se le acercaron en un parque, la rociaron con alcohol y le prendieron fuego.
Cuando los policías llegaron al lugar la encontraron con quemaduras en brazos, piernas y rostro, por lo que fue trasladada grave a un hospital, donde se reportó que tenía quemaduras en 90% del cuerpo; Luz Raquel murió el martes a consecuencia de sus heridas. La fiscalía de Jalisco investiga el caso bajo el protocolo de feminicidio.
Las amenazas
El pasado 17 de mayo, Luz Raquel publicó en redes sociales fotos de amenazas en su contra pintadas en las paredes del edificio donde vivía, en la colonia Arcos de Zapopan. Responsabilizó a su vecino de las agresiones y pidió apoyo a las autoridades estatales y municipales.
“¿Hasta cuándo voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo y a mi familia?, y mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”, escribió y arrobó a la fiscalía estatal y al gobierno de Jalisco.
En una serie de mensajes relató que ya había sido víctima de un ataque con cloro industrial que le había dejado secuelas en un seno. Precisó que levantó una denuncia ante las autoridades, “pero no hacen nada por protegerme. Tengo miedo por mi vida y la de mi familia”.
Los mensajes fueron acompañados de fotos de pintas en paredes en las que la amenazaron de muerte y con quemarla viva, forma en que fue asesinada. También señalaba las irregularidades que sus vecinos cometían, invadiendo áreas comunes y bloqueando con una puerta su acceso a la azotea.
La organización Yo Cuido México, a la que Luz Raquel pertenecía, expuso en redes sociales que las amenazas de sus vecinos contra la joven eran porque cuando su hijo tenía episodios de crisis hacía ruidos que ellos decían no tolerar.
“Luz Raquel recibía constantes amenazas de muerte en su domicilio en contra de ella y su hijo debido a la intolerancia por los ruidos que su hijo hacía en los momentos de crisis. No fue el primer incidente, semanas antes Luz Raquel sobrevivió a un ataque con cloro de uso industrial en la zona del tórax.
“Nuestra compañera presentó una denuncia ante la comisaría de Zapopan sin recibir debida atención ni seguimiento; ella solicitó ser integrada al programa Pulso de Vida, con el objetivo de recibir protección debido a las constantes amenazas; sin embargo, le negaron ser integrada al programa al considerar que las amenazas que recibía por parte de ‘terceros’ no eran causa suficiente para ser beneficiada”, publicó la organización.
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Denuncian omisión de autoridades
Aurora Natalia Rojas, coordinadora en Jalisco del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres, consideró que las autoridades de Zapopan fueron omisas, pues Luz Raquel solicitó ser integrada al programa Pulso de Vida, una medida de protección mediante la cual las mujeres en riesgo pueden solicitar auxilio inmediato mediante un dispositivo conectado directamente con la comisaría de policía.
Indicó que el argumento para no incluirla en el programa fue que su problema era vecinal, por lo que no corría riesgos.
Además, la Comisión Estatal de Derechos Humanos inició una investigación sobre el actuar de las autoridades, pues considera que hay indicios de omisiones graves que incidieron en la muerte de Luz Raquel.
Al respecto, la comisaría del ayuntamiento de Zapopan informó que “Luz contaba con una medida de protección expedida por el Ministerio Público del estado, misma que abarcaba el periodo del 9 de mayo al 9 de julio pasado”; el ataque fue el 16.
Ante esto, el fiscal de Jalisco, Luis Joaquín Méndez Ruiz, expuso que eso es un asunto meramente técnico, pues de acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, esas medidas siempre deben estar vigentes.
Anoche, el gobernador Enrique Alfaro informó que “Luz tenía medidas de protección vigentes y una carpeta judicializada; en coordinación con la Policía de Zapopan había rondines de vigilancia y se le dio atención de manera personal, pero nada fue suficiente ante una atrocidad así”, y se comprometió a informar sobre el caso.
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Declara sospechoso
Uno de los principales sospechosos del feminicidio, identificado como Sergio “N”, se presentó ayer, por su voluntad, a rendir declaración, informó el fiscal Méndez Ruiz.
Precisó que el hombre es a quien Luz Raquel denunció en mayo pasado por lesiones, amenazas y delitos contra la integridad y dignidad de las personas; este sujeto, recordó el fiscal, tenía una orden de restricción, por lo que no podía acercarse a la denunciante.
Méndez Ruiz dijo que no se tienen indicios de la presencia de Sergio “N” en el lugar donde ocurrió el ataque feminicida.
Hasta la tarde-noche de ayer Sergio “N” seguía declarando.
El fiscal agregó que el hijo de Luz Raquel está a resguardo de su abuela y su tía, a quienes se les brinda apoyo desde varias instituciones.
Hoy habrá una misa de cuerpo presente en Zapopan.
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