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Tuxtla Gutiérrez.- El primer bebé de padres migrantes hatianos nació esta semana en Raudales Malpaso, municipio de Mezcalapa , después de la desarticulación de las últimas caravanas salidas de Tapachula y la migración "hormiga" emprendida en esta región zoque de Chiapas.
Lugareños informaron que el hijo de la joven pareja, integrada por Jessica Veldier y Jacques Sanon , nació en un domicilio particular debido a la falta de atención hospitalaria institucional.
La partera Guadalupe Ruíz Morales, con la ayuda de su asistente Gabriela, atendió el parto del niño que nació a las 10:30 de la noche del pasado lunes, víspera del Día de la Raza o del Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular.
Como sus padres migrantes, el neonato también padeció un itinerario de adversidades previo a su nacimiento.
Según el testimonio de Jessica, referido por pobladores, la mujer dio a luz en la casa de doña Guadalupe porque no fue posible la atención en el hospital público.
Uno de los lugareños contó que "la muchacha dice que llegó al centro de salud y le dieron pase a Coita (Ocozocoautla de Espinosa), porque aquí no la iban a atender, ya que estaba muy cerrada de cadera".
Entonces, contextualizó, "cuando llegó aquí la atendió rápido doña Lupe. Le puso preparados para aligerar parto y gracias a Dios, él nació a la hora que ingreso aquí, no hubo complicación ni hemorragia nada. Gracias a Dios todo salió bien, se le hizo atolito para que pasara la noche", señaló.
Raudales Malpaso es un enclave de montañas de la región zoque de Chiapas, donde se localiza la presa Netzahualcóyotl en el río Grijalva, colindante con la ruta hacia Las Choapas, Veracruz, utilizada por la migración que viaja al norte del país en la búsqueda del cruce a Estados Unidos.
Desde la desarticulación de las últimas cuatro caravanas que salieron de Tapachula, la migración "hormiga", conformada principalmente por haitianos, emprendió la marcha por ese territorio del Centro- Norte de la entidad federativa.
Las comunidades y los caminos se abrieron como expectativas esperanzadoras para continuar el itinerario, fortalecidas con hechos como el nacimiento de esta semana del hijo de Jessie y Jacques.
En contraste, la migración haitiana ha tenido hechos lamentables y duelos en la región, como la muerte accidental, en septiembre pasado, de la pequeña Saida Melia Badio Meus, de dos años y ocho meses.
La niña fue víctima del impacto de un tráiler cuando caminaba con su familia en el kilómetro 113 del tramo carretero Malpasito, a unos 20 kilómetros de Raudales Malpaso.
Ese día, la familia Badio salió de Raudales Malpaso en el municipio de Mezcalapa. Un vehículo de alquiler la trasladó a las cercanías de la caseta de peaje Malpasito, en Huimanguillo, Tabasco.
La pequeña caminaba a orilla de la carretera con sus padres Esaie Badio, C. Judith Meus, y su hermana de un año de edad.
El padre trataba de conseguir que algún vehículo los trasladara para continuar su viaje a Las Choapas-Veracruz, como parte de la ruta al norte del país.
Pero en un descuido, la menor se aparto del acotamiento carretero y un tráiler que había rebasado a otro vehículo se reincorporó y atropelló a la niña que falleció al instante.
Los restos de Saida Melia Badio Meus yacen lejos de su tierra y su familia en una olvidada fosa del cementerio del ejido Malpaso en Huimanguillo, donada por la solidaridad comunitaria.
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afcl