Oaxaca de Juárez.— Con las piernas cruzadas debajo de una larga y brillante enagua amarilla, Estrella Vásquez, activista, vestuarista y también actriz de la película mexicana Finlandia, rol que le valió la nominación a los premios Ariel, el máximo galardón del cine mexicano, relata parte de su vida en la que ha enfrentado situaciones de transfobia, acoso y abuso, antes de convertirse en la primera actriz muxe en el país.
Estrella nació y creció en la Séptima Sección de Juchitán de Zaragoza, ciudad zapoteca de Oaxaca llamada el paraíso muxe; sin embargo, aquí, como en toda la región del Istmo de Tehuantepec persiste la discriminación a las personas de la comunidad LGBTQ+ y suman hasta 30 crímenes de odio que se mantienen en impunidad en los últimos 15 años, la mayoría ocurridos en Juchitán.
Nace una Estrella
La mujer muxe dice que desde muy niña supo que su vida no era la que querían imponerle. Ella soñaba con ser modelo de pasarela y portar sus propios diseños.
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Cada día, al volver de la escuela hacia su casa, las cuadras se transformaban en una pasarela personal, pero en lugar de aplausos y flashes, recibía las burlas, apodos y pedradas por su orientación sexual e identidad de género.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Estrella recuerda cómo descubrió su nombre. La mujer cuenta que durante su infancia cuando ayudaba a su mamá a vender comestibles, una amiga de su madre, quien se dedicaba al trabajo sexual, era llamada Estrellita.
Aunque recibió burlas por ello, con el tiempo adoptó ese nombre como suyo, con el que hoy se presenta.
De adolescente, la ahora actriz buscó diferentes caminos para su vida adulta; aprendió alfarería, panadería y costura, en negocios de Juchitán, mismos que tuvo que abandonar poco después, al ser acosada sexualmente por los propietarios.
“Me metí en todo tipo de trabajos. Yo fui hasta lavadora de carros, fui jardinera, panadera, alfarera, pepenadora, vendedora... hice de todo... pero al ser muxe, los dueños de los negocios me empezaron a acosar. La situación es que, si te quedas, te violan”, lamenta.
Tras probar suerte en diversos oficios, decidió poner su propio taller en su casa, y aunque al principio mandaba a dibujar los huipiles para posteriormente bordarlos, finalmente aprendió a hacerlo ella misma en un solo día. Esa destreza en la costura le dio popularidad entre la comunidad cuyas mujeres le encargaban los huipiles elegantes que portan en las velas tradicionales de la región del Istmo de Tehuantepec.
A su labor textil, cuyas habilidades adquirió de manera autodidacta, suma las de maquillaje y peinado que también aprendió por su cuenta, para ofrecer esos servicios a quienes lo solicitan, principalmente para las fiestas.
La aceptación sigue siendo una lucha
A la par de la construcción de su camino profesional, Estrella buscaba su identidad y cuando tenía 20 años, decidió reconocerse como una mujer muxe, aunque ello le acarreó conflictos familiares, principalmente con su padre.
La actriz recuerda que fue en una fiesta de cumpleaños cuando puso un ultimátum a su familia: aceptarla o que esa fuera su fiesta de despedida. Su familia la aceptó.
Sin embargo, Estrella reconoce que la aceptación sigue siendo una lucha para la comunidad LGBTQ+, cuyos integrantes son víctimas de violencia, sobre todo al interior de sus familias.
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“La situación de los derechos de las personas de la comunidad ha cambiado, pero no mucho. Mientras la aceptación familiar es más común y es un tema que se habla más, siguen la violencia y las muertes”, señala.
Estrella comenta que otras muxes de mayor edad le han compartido que la esperanza de vida de una mujer muxe es de 25 a 30 años, por ello, le aconsejan dar gracias de haber pasado los 40.
Las cifras le dan la razón. De acuerdo con datos del informe Documentación de casos de violencia y crímenes contra personas muxe y trans en el Istmo de Tehuantepec, de Mexfam y Fundación Arcus, en los últimos tres lustros, hasta septiembre de 2022, se registraron 38 casos de violencia contra integrantes de esta comunidad, en al menos nueve municipios de esta región, entre 25 y 30 se consideran “crímenes de odio”. En la mayoría nadie fue detenido y mucho menos sentenciado.
El primer salto
Aunque ahora Estrella habla en conferencias sobre su identidad muxe y su experiencia tras la nominación al Ariel, reconoce que es algo que no imaginaba.
En junio de 2021, Estrella apareció en la portada de la revista Vogue en español, portando un traje tradicional y un abanico rosa; su foto le dio la vuelta al mundo y se convirtió en un primer empuje a la carrera que entonces no sabía que tendría.
Ella no esperaba el fenómeno que se desató tras su aparición en esa portada. Relata que fue desde la marcha del orgullo que varias mujeres muxes, a través de la activista Felina Valdivieso, fueron contactadas.
“Éramos un grupo de 14 y nos tomaron fotos solas, en pareja, de tres en tres, pero donde aparecemos todas, esa queríamos que fuera la portada”, recuerda.
Una noche antes de que saliera la publicación, Estrella acudió a una fiesta, por lo que se despertó muy tarde y, al ver su celular, se dio cuenta que había miles de notificaciones y llamadas para felicitarla por la portada.
Estrella, consternada por la noticia, comenzó a darse a conocer a través de los medios que buscaban una entrevista con ella. Explica que fueron 15 días dando entrevistas sin parar, a medios de otros estados y países, sin poder trabajar en su taller.
“Tengo más felicitaciones de todo el mundo que de mi propio pueblo”, señala entre risas. La portada puso a Estrella en el radar de los medios y su voz comenzó a escucharse.
Previo a aparecer en la revista Vogue, Estrella brilló en otras publicaciones como en la revista especializada en fotografía Cuartoscuro; además, su historia es una de las Historias chidas para mexicanas chidísimas que conforman el libro de la escritora Luciana Biondo.
En 2020, el equipo de producción de la película Finlandia, dirigida por Horacio Alcalá, encontró a Estrella en un documental del que tomaron capturas de pantalla para buscarla por todo Juchitán, mientras ella se encontraba trabajando en su taller.
Fue hasta al otro día de encontrarla cuando la entrevistaron y le hicieron casting. Estrella contó parte de su historia de vida, mismo fragmento en el que se basa gran parte de la película. Después, vieron su vestuario y le pidieron vestir a actores y actrices.
Esa fue la forma en la que el trabajo de años de Estrella se reflejó en la pantalla grande, en ese filme, mucho antes de que su imagen le diera la vuelta al mundo en la portada de Vogue. En un principio, se hizo cargo también del peinado y maquillaje, además, enseñó frases en zapoteco que salieron en la película, pero después, la carga fue demasiada y decidió pedir ayuda de la producción para sólo encargarse del vestuario.
“Ya estando ahí, me dijeron, sabes qué, queremos que estés en la película. Me tocó improvisar, nunca había actuado... tú eres el guion, me decían”, narra.
Hace algunos meses, Estrella, incrédula, recibió la noticia sobre la nominación al Ariel 2023, por esta cinta estrenada en 2022, siendo la primera muxe en la historia del mundo en ser nominada. Y aunque no ganó la estatuilla, reconoce que la experiencia fue enriquecedora para su carrera. A tal grado que le abrió las puertas para continuar en el séptimo arte.
Recientemente ha recibido invitaciones para colaborar en otras cintas, mientras tanto ofrece ponencias para contar su experiencia en la película y su historia de vida.
Estrella continúa experimentando facetas, tiene el sueño de abrir un comedor con dos fines: vender platillos tradicionales y que el primero de cada mes ofrezca comida gratuita a las mujeres muxes de la tercera edad.
“Las muxes envejecen solas; lo que hizo en su vida para ayudar a su comunidad a su familia, muere en el olvido”, finaliza.
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