Culiacán.- La violencia que se ha prolongado por 24 días impacta en forma negativa a los músicos que prácticamente se han quedado sin trabajo, la vida nocturna entró en una larga pausa y entre las familias priva el temor de celebrar fiestas o reuniones privadas o en salones con bandas o conjuntos musicales.
En los principales cruceros y parques de la capital del estado se volvió común escuchar a los miembros de las bandas de música tocar las melodías tradicionales de la región y solicitar entre los automovilistas y transeúntes un apoyo económico para sobrevivir.
La noche del pasado 15 de septiembre, con la cancelación de los festejos artísticos y culturales del Grito de Independencia, los filarmónicos se presentaron en la explanada de gobierno con sus instrumentos musicales y por un largo tiempo estuvieron tocando varias melodías, entre ellas el “Sinaloense”, en demanda de seguridad.
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A un costado de catedral, en la plazuela Álvaro Obregón, diversos grupos se instalan con sus instrumentos y ofrecen a las personas tocarles la pieza que más le agrade, a cambio de un apoyo voluntario para que puedan salir adelante en esta crisis de seguridad.
En uno de los cruces más transitado que es el malecón viejo, con la calle Xicoténcatl, Jesús Antonio “N”, quien hace 15 años formó una banda de música, en esa época con estudiantes de la universidad, se duele que se han quedado prácticamente sin trabajo, a causa de la ola de violencia que no cesa.
“Las familias y los amigos ya no salen por la noche a convivir o cenar y escuchar música, mucho menor celebrar fiestas, priva el temor y el miedo de sufrir un ataque o ser víctimas de balas perdidas”.
Observó que después de la siete de la noche, la capital del estado se vuelve una ciudad fantasma, muy pocas gentes se pueden observar en las calles, sobre todo porque la mayoría de los negocios ya están cerrados a esa hora.
afcl/LL