Un hombre de 50 años murió por la mordida de una araña violinista en el municipio de Salvatierra ; el veneno dañó sus tejidos, riñones, pulmones y el corazón.
La Jurisdicción Sanitaria de la región, informó que el paciente se agravó por la tardía atención, al ingresar al hospital civil de Salvatierra un día después de ser agredido por el arácnido.
El 10 de junio el arácnido lo mordió en el brazo derecho y al siguiente día falleció .
Su hija Erika Andeliain compartió las circunstancias en las que falleció su padre “porque son cosas a los que todos estamos expuestos y no me gustaría que esto le pase a nadie”.
Su papá, quien era una persona sana no le dio importancia a la mordida de la “violinista”, porque antes había sido agredido por arácnidos, entre ellos una araña y alacranes y como no le hacían daño “pensó que en esta ocasión sería lo mismo, pero no”.
El jueves estuvo con la mano hinchada, tomó medicamento para el dolor y para desinflamar y así se fue a dormir. “En el transcurso de la noche todo empeoró”; el veneno y la infección habían lastimado su mano causándole necrosis, y en la mañana del viernes supuraba sangre y pus.
Describió que estaba preocupaba porque su padre perdería su mano, y luego le comunicaron que estaba muy grave y era necesario intubarlo.
“En ese momento supe que perdía a mi padre y que de verdad estaba muy grave al ingresarlo (al hospital) y revisarlo... ya presentaba daño en sus riñones, pulmones y corazón; fue necesario dializarlo, intubarlo y que le pusieran catéter en su corazón, para las 10:45 pm su corazón dejó de latir y falleció”.
La joven recomendó tener cuidado y no minimizar cosas como éstas, así como limpiar y sacudir cualquier rincón de la casa “para evitar estos momentos tan dolorosos”.
Asimismo, la Secretaría de Salud del Estado recomendó acudir de inmediato al hospital ante el ataque de la araña violinista, ya que es uno de los insectos más peligrosos y letales.
La araña violinista es color café o gris con una marca en su espalda con forma de violín. Posee tres pares de ojos que le permiten tener su visión de 300 grados; al inyectar su veneno, provoca loxoscelismo, un cuadro tóxico, cuyos síntomas son: náuseas, vómito, distensión abdominal, cefalea, fiebre, dificultad respiratoria y mialgias.