Boková.- Después de que durante dos años se suspendieron la mayoría de las actividades tradicionales y culinarias del estado dedicadas a los fieles difuntos, por protocolos del Covid-19, se reactivan esas labores en los 106 municipios de Yucatán y en este lugar del oriente del Estado, el conocido Mucibipollo , guiso yucateco elaborado especialmente para recordar a los familiares, amigos y conocidos ya fallecidos.
En la mayoría de las regiones mayas del estado de Yucatán se preparan para recibir a los difuntos, con entusiasmo y respeto, y se han organizado para continuar las tradiciones de sus ancestros, primeramente elaborando la comida tradicional para las ánimas y también limpiando, pintando y adornando las tumbas de los suyos.
En Boková, un municipio ubicado en el oriente del Estado que cuenta con cinco mil habitantes, varias familias se reunieron para realizar lo que ellos llaman el verdadero Mucbipollo Maya, en el cual no utilizan masa de maíz; solo emplean los vegetales que ellos mismos cultivan en sus milpas y animales que crían en sus patios.
Esos productos se envuelven con las hojas de plátano y se hornean en leña o bien enterrados dándole una peculiaridad especial a ese guiso para las “almas de los fieles difuntos”.
Tomás Huchim Ché es un campesino de esta localidad, quien a muy temprana hora se interna en los montes de Boková para la recoja de la leña, mientras que doña María Lourdes Chan inicia el acopio de la hoja de plátano que ella misma cultiva en el patio de su casa y que servirá para envolver la carne y las especias del tradicional guiso.
"Este es el verdadero Mucbipollo maya; esta tradición ha estado por miles de años, pero vemos que ha sufrido cambios por la llegada de diferentes culturas", manifestó Huchim Ché.
Señaló que el empleo de la masa de maíz viene de los totonacas y los aztecas que era otra forma de las tradiciones, que finalmente se quedaron en Yucatán.
Por su parte, María Martín Cauich comentó que las tradiciones en el pueblo maya de Boková tienen mucha relación con los cenotes, pues "cuenta la tradición que en Boková desemboca el agua de los cenotes de municipios, como Valladolid, Tekax e Izamal”.
Y como una verdadera experiencia, María preparó el marinado de la carne, que se elabora con naranja agria, pimienta, ajo, cebolla, tomate, varios chiles de la región y en esta mezcla remojó la carne por una hora.
Luego, envolvió el pollo en hoja de plátano y posteriormente, junto con su familia se internaron nuevamente en los montes de esta localidad, a unos 500 metros, donde un horno armado con la tierra y piedras incandescentes ya se encontraba listo para cocinar este manjar.
Después de oraciones en maya mientras (parte del culto a los fieles difuntos) el Mucbipollo se iba enterrando permitieron que se cocinara a fuego lento.
El platillo es parte del tributo a los difuntos de la tierra del mayab y al momento de ser cocinado se lanzan plegarias y rezos católicos en honor al espíritu y alma de los muertos.
Esa tradición y parte de la cultura yucateca en los días de recuerdo y veneración a los fieles difuntos, se reanudó este año, después de dos años sin preservarlo debido a la pandemia del Covid-19.
Y junto con el guiso del Mucibipollo, la mesa o altar dedicado a los difuntos con sus dulces y bebidas preferidas para esperar que su “alma”, regrese y adquiera la “gracia” de esos alimentos que en vida tanto disfrutaron. Esa es la creencia católica y parte de las costumbres heredadas de los mayas.
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afcl