El incesante aleteo en tonos naranja, negro y blanco salpica el azul del cielo y le da movimiento. Es noviembre, la mariposa monarca ya está en territorio michoacano, y con su llegada arranca también la euforia entre los pobladores, quienes se apresuran para recibir a los miles de turistas que arribarán para disfrutar del grandioso espectáculo, regalo de la naturaleza.
Autoridades ejidales calculan que para esta temporada (noviembre de 2017 a marzo de 2018), arribarán cerca de 99.6 millones de mariposas Monarca, tan sólo a los bosques del santuario El Rosario, ubicado en el municipio de Ocampo.
Este incremento representa 60% más que el año pasado en el que aproximadamente 33.66 millones de ejemplares poblaron una de las zonas boscosas de esta zona oriente de la entidad.
Homero Gómez González, presidente del comisariado ejidal de El Rosario, explica que 60% de la Monarca arriba al municipio de Ocampo y el resto, a otra parte de la reserva.
Recuerda que hace dos años, cerca de 2 millones de mariposas murieron por las heladas que dejó una tormenta invernal, por lo que en 2016 disminuyó y sólo lograron poblar 3 hectáreas (mil 800 árboles).
En general —dice el funcionario—, debido a la reproducción y vuelo, para este año esperan un aumento en todos los santuarios de más de 66% de mariposas que las que el año pasado, por lo que ya empezaron a colorear los bosques.
El insecto de alas grandes, pintadas por la naturaleza de naranja y negro con decorados en blanco, comenzó a llegar a estas reservas naturales el pasado 1 de noviembre. Bajo un clima templado y tras recorrer cerca de 4 mil kilómetros desde el norte de Canadá y 2 mil desde el sur de Estados Unidos (donde hacen una escala), arribó al oriente michoacano para adornar las ramas de los aromáticos árboles de oyamel.
Con el vuelo del lepidóptero, que pinta a su paso el cielo de la biosfera michoacana, arranca también la euforia y esperanza de los habitantes del ejido El Rosario, quienes esperan ansiosos año con año ese aleteo de la mariposa Monarca, pues es una de sus principales fuentes de empleo, derivado de la visita de los 120 mil turistas promedio que reciben en una buena temporada.
El dato
Los santuarios de la Monarca en México son considerados entre las cuatro bellezas naturales reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como Patrimonio de la Humanidad en suelo nacional.
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) detalló que la mariposa Monarca sale cada año de Canadá en el mes de agosto y se detiene en el sur de Estados Unidos, para después volar hacia los límites de Michoacán y el Estado de México.
Explicó que en su recorrido por tierras mexicanas cruzan los estados de Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Morelos, Puebla e Hidalgo hasta llegar a la Reserva de la Biosfera.
En su llegada a México, el insecto se establece en el caso de Michoacán, en El Rosario y El Asoleadero, municipio de Ocampo; Senguio, municipio de Senguio, y Sierra Chincua, del Pueblo Mágico de Angangueo.
En el Estado de México arriba a las comunidades de El Capulín y Macheros, municipio de Donato Guerra; La Mesa, municipio de San José del Rincón, y Piedra Herrada, municipio de San Mateo Almololoa.
La Semarnat indicó que para llegar a las regiones de la Reserva Monarca desde la Ciudad de México, se puede ir por Toluca y tomar la autopista a Guadalajara; en Maravatío se desvían hacia Angangueo, y a una media hora se llega al santuario de El Rosario y de Sierra Chincua. Otra opción por visitar es Angangueo, a 150 kilómetros al oeste de la Ciudad de México. Se llega desde Toluca y Valle de Bravo, en el Estado de México, o desde Zitácuaro o Morelia, en Michoacán.
Entre febrero y marzo, el lepidóptero se aparea en los bosques aztecas y sólo regresa 50% de ellas nuevamente a Canadá, ya que el macho muere a los tres días de aparear con la hembra.
Para la Semarnat es difícil decir cuántos huevos ponen las mariposas hembras durante su vida, pero estimó que el promedio en su hábitat natural es probablemente de entre 300 y 400. La dependencia federal informó que mientras otras mariposas tienen un ciclo vital de 24 días, la Monarca puede vivir hasta nueve meses y eso la hace más sorprendente.