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A finales de diciembre o hasta enero se definirá la situación jurídica de un joven michoacano de 19 años que fue detenido el 2 de abril en Beijing, China, junto con su hermano, acusado de golpear al vigilante de una escuela. Su hermano de 21 sí logró salir, pero no puede abandonar ese país.
Se trata de los hermanos Diego y Alejandro Fernández Quintero, de 19 y 21 años, respectivamente. A Diego se le impuso la cárcel y pagar 2 millones 100 mil pesos de multa, mientras que a Alejandro, trabajar durante tres años como reparación del daño.
La señora Blanca Yolanda Quintero Sánchez, madre de los dos jóvenes originarios del municipio de Uruapan, aseguró a EL UNIVERSAL sobre sus hijos: “No son unos delincuentes (...) cuentan con una carrera académica intachable, además de que siempre destacaron en el deporte”.
Blanca Yolanda acusó que sus hijos fueron contratados para dar clases de inglés engañados por la empresa Zhirui Hudong International, ligada en intercambio cultural a la Universidad de Harvard.
Explicó que tras pasar una serie de exámenes, fueron admitidos —a distancia— para trabajar en Hanjin. El 19 de febrero llegaron a China y el 24 comenzaron a dar clases en un par de kínderes.
“Después los obligaron a ir a un curso a Beijing pagado por ellos y los engañaron diciéndoles que les iban a dar hospedaje, pero no fue así y los mandaron a dormir a una bodega en la misma escuela donde los habían contratado”, explicó doña Yolanda Quintero.
La madre de los michoacanos relató que el 1 de abril, Diego y Alejandro salieron a cenar y a su regreso, minutos antes de las 12 de la noche, el guardia no los dejaba entrar y comenzó a empujarlos.
En respuesta, Diego le propinó un golpe. El guardia aceptó la disculpa del michoacano y les permitió ingresar a la bodega. Pero al siguiente día, los jóvenes michoacanos fueron detenidos por la policía china.
“Después, ya nada más dejaron detenido a mi hijo Diego y a Alejandro le aventaron sus cosas a la calle, lo corrieron. Y sin conocer a nadie anduvo vagando y pidiendo auxilio porque no tenía dinero ni casa”, contó la señora Yolanda.
Diego estuvo detenido dos meses, salió y fue reaprehendido el 7 de noviembre pasado.
Una vez que Alejandro pudo llegar a la embajada mexicana, ésta no tenía registro de su ingreso a ese país e incluso le recomendaron que dejara preso a su hermano y regresara en ocho días. A partir de ese momento, denunció Yolanda, la escuela los empezó a hostigar y les pidió 900 mil yuanes (2 millones 100 mil pesos), a cambio de retirar los cargos contra su hijo.
Al día de hoy Diego está detenido, mientras que Alejandro, el hermano mayor, no puede abandonar ese país debido a que le fue decomisado su pasaporte hasta que se solucione el problema legal de ambos.
Buscan apoyan a jóvenes. El gobierno de Michoacán informó en un comunicado que el mandatario Silvano Aureoles, durante su estancia en Shanghai, conoció el caso y solicitó información sobre el estatus legal del joven, así como la intervención de la embajada de México en China. El gobierno indicó que el joven detenido en Beijing contará con un abogado proporcionado por el gobierno estatal para revisar el caso y tramitar su pronta liberación con apego a las leyes de ese país.