Juxtlahuaca.— Tala ilegal de árboles, daños al suelo y contaminación de mantos acuíferos son algunos de los daños visibles que dejó en Los Tejocotes una compañía de la que se desconoce su razón social, que explotó sin permiso durante cinco meses de 2022 la mina de antimonio de esta comunidad de San Juan Mixtepec, en la región Mixteca.

“Tumbaron árboles, estuvieron escarbando en varias zonas para buscar antimonio, el agua que yace en algunos puntos se ve contaminada con azufre. A simple vista, los daños que dejaron son bastantes visibles”, expone a EL UNIVERSAL José Luis Feliciano, agente municipal de Los Tejocotes.

Junto con esta agencia, las autoridades agrarias de San Juan Mixtepec se mantienen alertas, pues temen el ingreso de otras empresas, que mediante “engaños” convenzan a las familias de rentar sus terrenos.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, el título de concesión 184018 por 197 mil hectáreas otorgado a la Compañía Nacional de Minerales y Metales, S. A. de C. V. fue cancelado desde 2017.

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No obstante, el territorio recién explotado, que forma parte de la concesión, fue reclamado por un particular de San Isidro Yucumay, por lo que quedó administrativamente separado de Los Tejocotes y las autoridades no pudieron intervenir ante la intromisión ilegal.

“Donde estuvieron escarbando es el terreno de unas personas que viven en otro núcleo rural, entonces como autoridad de Tejocotes, pues ya no nos correspondía influir directamente con ellos”, dice José Luis Feliciano.

Según la Secretaría de Economía (SE), en el estado de Oaxaca existen 259 concesiones registradas, de las cuales, 27 corresponden a la Mixteca.

Sin autorización

Acorde con un documento al que EL UNIVERSAL tuvo acceso, la SE reporta que hasta 2017 la concesión a la Compañía Nacional de Minerales y Metales estaba cancelada, por incumplir sus obligaciones con la comunidad; desde entonces, la Secretaría de Economía no tiene información de actividad minera en la zona.

El lote La Providencia, con expediente 062/00707, tampoco cuenta con permisos expedidos por autoridades locales.

“Como comisariado, en primer lugar, no puedo extender permisos como explotar recursos naturales que están más a fondo de la tierra; en 2018, la asamblea de San Juan Mixtepec llegó a acuerdos de ya no permitir a empresas extranjeras o ajenas de esta zona trabajar la mina”, detalla el presidente de Bienes Comunales de San Juan Mixtepec, Eusebio López.

Por su parte, el agente municipal de Los Tejocotes confirma que él nunca facilitó algún permiso para que personas externas laboraran en estas áreas de la mina de antimonio, y que la asamblea de la comunidad también determinó no permitir el ingreso de ninguna compañía.

La contaminación, que ocasionó la muerte de cientos de trabajadores por diversas enfermedades respiratorias, es la principal razón por la que la comunidad tomó esta decisión, explican las autoridades.

“Varias personas pueden atestiguar que tuvieron algún familiar que murió de algún problema respiratorio y pues todo el daño que todavía sigue en el agua, en el suelo, en la erosión de la tierra, entre otras afectaciones”, acusa José Luis Feliciano.

Una historia manchada de sangre

En los últimos cinco años, las grandes piedras descubiertas por más de 30 años de operación de la mina de antimonio quedaron enterradas entre los pinos y ocotales que rodean a la comunidad de Los Tejocotes.

Algunos pobladores apenas se acuerdan de lo que pasó en la mina, donde trabajaban cientos de familias que venían del norte del país; los que recuerdan tienen presente que muchas personas murieron, aunque no existen registros exactos.

“Cuando llegó la compañía se veían miles de personas en las calles, construyeron pequeños cuartos en el centro y estaba lleno de gente, había un poco de todo, creo que eran más de mil trabajadores más sus familias”, señaló Tiburcia Ramos Ortiz en una entrevista de 2018.

En ese entonces sólo trabajaban los hombres, según la mujer de 89 años; fue por ello que comenzó a pepenar cuando tenía cerca de 10 años, pero dejó de hacerlo cuando una de sus compañeras falleció a causa de un derrumbe y otra quedó con fracturas.

La mina comenzó a formalizarse en 1935 con la Compañía Minera de Oaxaca S.A., filial de la Texas Mining & Smelting Division of National Lead Co. Extraía antimonio a gran escala, por lo que llegó a ser considerada la más grande de México.

También llegó a ser importante durante la Segunda Guerra Mundial, pues proveía de este metal a Estados Unidos.

En 1963 cerró sus puertas, dejando sin trabajo a muchas familias; sin embargo, en 1979 la Compañía Nacional de Minerales y Metales, S. A. de C. V. obtuvo la concesión, misma que fue cancelada en 2017.

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Explotación laboral

Antes de irse, la Compañía Minera de Oaxaca liquidó “con una miseria” a sus trabajadores. “Nos dio 17 mil pesos, pero dimos más de la mitad al sindicato minero (Sindicato Minero Sección Centro 18), así que nos quedamos con muy poco”, cuenta Marcelino Rodríguez Jerónimo, extrabajador de la mina.

Rodríguez Jerónimo, quien ahora tiene más de 80 años, quedó sordo, pues relata que durante sus años de trabajo en la mina había mucho ruido.

De ese tiempo, recuerda cuando se encontraba trabajando en la excavación de un túnel con un grupo de 46 personas y de pronto surgió un socavón; muchos quedaron atrapados.

“Estaba con un grupo de personas que eran de otra comunidad o estado, quien sabe de dónde porque eran muchos, varios de ellos murieron.

“Trabajé dos años manejando una cosa que era como el taladro, también experimenté hacer explosiones con unas mechas que nos daban, cuando aprendí a hacer el trabajo me cambiaron a supervisor, estuve ocho años así, luego cerraron”.

Juana Paz Ramos rememora que vio cómo los encargados de las operaciones de la mina desplazaron a una familia hasta llevarla a orillas del pueblo, pues iban a comenzar a explotar el terreno en el que vivían: “Era una niña, pero sí recuerdo cuando los sacaron de su casa y los mandaron hasta allá abajo, después empezaron a hacer detonaciones donde ellos vivían”.

Después de que la empresa cerró, Fidel López Sánchez, quien fuera presidente de San Juan Mixtepec, diputado federal, expresidente de Santiago Juxtlahuaca y de Huajuapan de León, y fungía como secretario general del sindicato minero, continuó con el aprovechamiento de metales.

Según narran algunos pobladores, en la época de López Sánchez [quien ya falleció], las personas laboraban a cielo abierto y sin protección.

“Trabajábamos mujeres y hombres, a veces hasta niños, todo se lo entregábamos a Fidel”.

Los trabajos de explotación concluyeron alrededor de 1985, después de un enfrentamiento entre los pobladores de Los Tejocotes y los encargados de Bienes Comunales de la comunidad de San Juan Mixtepec.

Los abuelos de las comunidades allegadas a esta mina de antimonio recuerdan que desde que llegó la compañía las familias abandonaron sus tierras de siembra. A la fecha, son pocas personas quienes se dedican a trabajar la tierra, muchos se formaron de profesores, otros prefirieron migrar a Estados Unidos o a otros lugares, en busca de un mejor estilo de vida.

Aún sin recuperarse de los daños ocasionados por más de 30 años de explotación minera en Los Tejocotes, esta comunidad tuvo que sufrir una nueva intromisión a manos de una empresa cuyo nombre u origen se desconoce, y que a decir de pobladores y autoridades, acabó con decenas de árboles, abrió brechas en los bosques y contaminó el río.