San Antonio.- La calle Quintana es un tramo carretero escondido entre una fábrica y las vías del tren en San Antonio, Texas. Aquí se encontró el tráiler donde viajaban los migrantes , de los que 53 que han muerto .
La comunidad montó un altar con cruces de madera , veladoras, 52 rosas formadas, una virgen de Guadalupe y botellas de agua, muchas botellas de agua que no tuvieron los migrantes en su largo camino.
A unos 20 metros del memorial todavía se encuentran cinco zapatos abandonados, cuatro camisas y dos plantillas de tenis sueltas.
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Quienes llegan a dejar flores, agua y veladoras, son en su mayoría mexicanos con una herencia migrante. Carmelo Rodríguez, un trabajador, llegó con su chaleco naranja de la construcción, hizo una oración, cerró los ojos, se persignó, soltó una lágrima, apretó el puño y se fue.
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“Vinieron a buscar un sueño y aquí terminó”, menciona el migrante originario de Guanajuato. Duele mucho. No puedo decir más”, dice.
Abel y Rosa Núñez son esposos, originarios de Meoqui, Chihuahua. Ellos viven en San Antonio y dicen que cuando se enteraron de la tragedia les saltó de inmediato la zona. Cuentan que hace tiempo trabajaban cerca del lugar donde fue abandonado el tráiler.
Rosa recuerda que cuando trabajaban en la zona, el patrón les comentaba que en este tramo solían “tirar” personas.
El matrimonio asegura que se siente feo porque los migrantes fallecidos son paisanos que buscaban el sueño americano y no lo logró.
“Mucha gente que quiere venir para acá, que quiere sacar adelante a sus familias para que les pase esto, está canijo”, comenta Rosa.
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