Cientos de migrantes que estaban ayer en los albergues de Ciudad Juárez, Chihuahua, y Reynosa, Tamaulipas, esperaban el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos con la esperanza de una oportunidad para entrar a ese país y obtener un trabajo.
Muchos de ellos confían en que la situación migratoria sea distinta después de las elecciones de este 5 de noviembre.
En Ciudad Juárez, migrantes refugiados en el albergue Gracia Abundante dicen a EL UNIVERSAL que gane quien gane la presidencia, ya sea Kamala Harris o Donald Trump, lo único que les importa es que los dejen pasar a Estados Unidos para trabajar.
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“Vine desde Honduras, allá se quedó mi familia y aquí estoy en espera de la cita en la aplicación [CBP One], pero a quien sea que gane le pediría trabajo, que nos den trabajo y que nos dejen pasar. Esa es la esperanza”, expresa un migrante que decidió omitir su identidad para “evitar problemas”.
“Unas personas dicen que si gana Trump nos va a ir bien y otros que no. También dicen que no habrá cambios para nosotros, pero quién sabe. Hay que esperar, como ya lo venimos haciendo”, refiere otro migrante originario de Guatemala.
Algunos prefieren a Kamala
En Reynosa, Tamaulipas, el temor es grande. Migrantes asentados en la Casa Senda de Vida coinciden en que de regresar Trump a la Presidencia de Estados Unidos, las fronteras se cerrarán definitivamente.
Para Joseline Traver, originaria de El Salvador, con Trump los migrantes sufrirán porque se quedarán varados en México: “Yo vine con mi esposo y mi hija, tenemos miedo porque de las elecciones en Estados Unidos depende nuestro futuro. Todos sabemos que Donald Trump no quiere a los migrantes y por eso cierra las fronteras”, expresa.
Héctor Silva, director de la Casa Senda de Vida, reconoce que están en la incertidumbre.
“Se estaba trabajando bien con la aplicación CBP One, pero sabemos que Donald Trump implementa medidas muy estrictas en cuanto a los migrantes, y de inmediato solicita el cierre de fronteras, por eso la mayoría de los migrantes prefiere que la nueva presidenta sea Kamala Harris, quien podría trabajar con mayor humanidad para con los migrantes, quienes sólo buscan un mejor futuro para sus familias”.
David Tavares y Roger Guzmán, ambos de Honduras, coinciden en que Kamala Harris es el mejor perfil, porque las acciones de Trump no los han beneficiado.
“Con Donald Trump no le ha ido bien a la migración, siempre ha sido represivo y aplica leyes para cerrar fronteras, lo que detiene nuestro paso a Estados Unidos y tenemos que quedarnos sobre todo en México”, dice Tavares.
Destaca que el odio de Trump a los migrantes hace que todo sea más complicado: “Trump nunca ha implementado leyes que nos beneficien como migrantes. Él no tiene humanidad”, expresa.
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Deben cambiar las políticas migratorias
Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (Border Network for Human Rights), considera que, gane quien gane, las políticas migratorias de Estados Unidos deben cambiar.
Señala que el número de migrantes que pierden la vida en su trayecto para llegar a la Unión Americana se ha incrementado.
Anteriormente, la proporción era de 10 a 15 migrantes al año, pero en lo que va de este 2024 ya suman 176 personas registradas.
“Están muriendo por esta política de disuasión que está mandando a los migrantes a las montañas muy lejanas, a los ríos, donde están muriendo. Es una política intencional que está mandando esos flujos a zonas muy desoladas y peligrosas.
“Dicen que está disminuyendo el cruce fronterizo, pero a la vez el número de migrantes muertos ha aumentado. Quiere decir que no están pasando por aquí [por las puertas en el muro fronterizo], porque los están rechazando... y muchos de ellos se van al desierto y a la montaña, donde están falleciendo”, expone.