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Ciudad Hidalgo.— Eran las 4:00 de la mañana cuando más de 2 mil centroamericanos de la caravana de migrantes salieron de Tecún Umán, localidad de Guatemala, para cruzar a territorio mexicano a través del Puente Internacional Rodolfo Robles.
Horas antes, los ciudadanos de Honduras y El Salvador habían acordado continuar su viaje a la frontera con Estados Unidos sin acceder a un prerregistro con las autoridades migratorias de México. Nadie les impidió el paso ni les solicitó documentos.
“Eso de la tarjeta es mentira del gobierno para entretenernos y debilitar la caravana”, comentó un migrante.
De acuerdo con el quinto visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Édgar Corzo Sosa, no se convencieron de las bondades de la tarjeta humanitaria que un día antes tramitaron unos mil de sus conciudadanos.
A la caravana que ayer ingresó a México y caminó hasta Tapachula se les unieron otros 300 migrantes que ya habían iniciado el trámite para obtener la “tarjeta de visitantes por razones humanitarias”, que les permitiría transitar libremente y trabajar en el país.
Otros 700 decidieron esperar a que les entreguen su tarjeta.
Sin alimentos. Sin probar alimento, los migrantes caminaron unas 12 horas bajo un sol quemante, para llegar a Tapachula.
En el camino, un menor de edad se desvaneció por la deshidratación y la falta de alimento, por lo que fue tras-ladado en una ambulancia de Protección Civil al Centro de Salud del municipio de Tuxtla Chico.
A diferencia de las caravanas anteriores, ahora los habitantes de las comunidades de la zona fronteriza con Guatemala no les ofrecieron alimento ni ropa; sólo Protección Civil de Chiapas les abasteció de agua embotellada.
La esperanza en familia. Kimberly, de 21 años, toma un descanso bajo la sombra de un árbol para amamantar a su pequeña de 10 meses.
En el rostro de la bebé se observa la quemadura de los rayos del sol; se muestra inquieta, llora y después cae rendida en los brazos de su madre, quien camina a paso lento.
Kimberly relata que es madre soltera y que viaja con un hermano, su cuñada y un sobrino de dos años, debido a que en Honduras no consigue trabajo para mantener a su bebé.
En esta caravana también viaja María con sus hijos de siete y cinco años; el bajo salario que ganaba como ayudante de cocina la obligó a emigrar en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos.
“Lo más difícil es cuando mis hijos me piden de comer; desde la madrugada sólo hemos tomado agua, pero vamos a hacer el esfuerzo por llegar”, señala.
Después de casi 12 horas de caminar, la caravana arribó al parque central de Tapachula, donde pernoctará para continuar su trayecto esta madrugada hacia la cabecera municipal de Huixtla.
Arrestan a 376 en EU. Un grupo de 376 centroamericanos fue detenido en el suroeste de Arizona, la mayoría de ellos son familias que excavaron la tierra debajo de una barrera para pasar de México a Estados Unidos, informó ayer la Patrulla Fronteriza.
Los migrantes escarbaron debajo de la valla de acero en siete sitios ubicados a unos 16 kilómetros (10 millas) al este de un cruce fronterizo en San Luis, y no hicieron nada para eludir a las autoridades antes de que fueran detenidos. Entre ellos se cuentan 176 niños.
Casi todos los integrantes del grupo son de Guatemala, fueron llevados a Yuma luego de haber ingresado al país el lunes.
***Con información de AP