Ciudad Juárez.— En lo que va de 2024 el flujo migratorio en esta frontera no se ha detenido, pero la forma en que extranjeros llegan a esta ciudad ha registrado un cambio, ya que muchos de ellos han dejado de utilizar el tren como su única opción de viaje y ahora se transportan en taxis de aplicación.
De acuerdo con testimonios de migrantes a EL UNIVERSAL, algunos refieren haber tomado vehículos de plataforma de Chihuahua capital hacia Juárez, mientras que otros se suben en camiones o incluso arriban al aeropuerto; además, hay otros que pagan a traficantes o polleros que los dejan a pocos metros de la puerta 36 del muro que divide esta localidad de El Paso, Texas.
Igualmente, están los migrantes que siguen intentando trasladarse en tren; como el caso de una familia colombiana que ayer al medio día cruzó a la puerta 36 para entregarse a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
En entrevista con este diario, la familia relató haber tardado seis días en Chihuahua para lograr subir al tren y llegar a Ciudad Juárez.
“Nos la ingeniamos para llegar hasta acá en el tren. Logramos subirnos, pero fue porque nos la ingeniamos. Allá [Chihuahua] aún hay quienes no se montan al tren. Somos de Colombia y cuando llegamos aquí [Juárez] tomamos un vehículo que nos dejara aquí [frontera] porque no conocíamos. Lo poco que traíamos en eso lo gastamos”, expresaron los sudamericanos apresurados antes de subir el bordo que divide la frontera y llegar a la puerta 36.
Directores de albergues y autoridades locales coinciden en que sí existe un cambio en el flujo migratorio en este 2024, ya que, a pesar de que a diario arriban personas con la intención de cruzar a Estados Unidos, en su mayoría no solicitan la ayuda humanitaria ni llegan en los vagones del tren como ocurría a finales de 2023.
Santiago González, titular de Derechos Humanos del gobierno municipal de Juárez y encargado de los albergues públicos, explica que se ha tenido una baja considerable en el flujo de migrantes en los refugios, sin embargo, este no es similar al número de migrantes que a diario se entregan en el límite fronterizo y que llegan por sus propios medios hasta Juárez.
En algunos albergues, como el instalado en el gimnasio municipal Kiki Romero, ayer permanecían al menos 15 personas, mientras que en otros la cifra también era baja.
“Se ha notado una baja total, tenemos 15 personas en un albergue, en otro una familia y en la carpa provisional cerca del río Bravo tiene 150 personas. Hay una baja absoluta, incluso no solo por las acciones, sino que hay un efecto visible por parte de los migrantes”, explica González.
En ese sentido, el encargado de los albergues refiere que la llegada de migrantes a Juárez es cada vez más complicada, no como antes que llegaban hasta 300 al día en el tren.
“El tren casi ha dejado de ser una opción, están llegando al aeropuerto, en camiones, en todo tipo de opciones, pero es mucho menos el flujo, y en los albergues también hay menor flujo”, agrega.
Además, González refiere que se ha notado más la presencia de migrantes guatemaltecos y centroamericanos que venezolanos como ocurría hace algunas semanas.
Utilizan albergues y no desisten de cruzar
Aunque en menor proporción que los últimos meses de 2023, también hay migrantes que llegan a Juárez y que sí buscan un albergue.
Consultados por EL UNIVERSAL, dijeron haber llegado a esta ciudad en camión y otros aseguran haberlo hecho en tren.
La mayoría busca la cita en CBP One, ya que han visto el trato de los agentes de la Guardia Nacional de Texas en la frontera y temen ser agredidos o retornados hasta su país, por lo que algunos todavía viven en los albergues en tanto esperan la cita en el CBP One o buscan una forma de cruzar a Estados Unidos.