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Saltillo.— Un migrante centroamericano murió en un hecho que las autoridades de Coahuila describieron como una persecución a presuntos narcomenudistas, versión que discrepa con la de testigos.
Los hechos tuvieron lugar la noche del miércoles en la colonia 5 de Mayo, en Saltillo, cuando un grupo de 10 migrantes centroamericanos —entre los que había hombres, mujeres y niños— esperaba el paso de un tren para continuar su camino hacia Estados Unidos. Según la versión de los migrantes, fueron sorprendidos por policías estatales, quienes abrieron fuego y mataron a Marcos “N”, originario de Honduras, quien iba acompañado de su hija de ocho años.
Ayer por la tarde, en conferencia de prensa, el fiscal general de Coahuila, Gerardo Márquez Guevara, informó que un grupo de agentes de investigación de la fiscalía del estado localizó a cuatro presuntos narcomenudistas en la colonia 5 de Mayo, quienes huyeron, y se inició una persecución con disparos.
Según su versión, dos de los sospechosos “corren hacia el poniente, donde están las vías del tren; donde hay maleza por un riachuelo es donde aparentemente se esconden, y huyen hacia donde se encuentra un grupo de personas en las vías del tren (...) al llegar al lugar los elementos se encuentran a una persona lesionada por disparo de arma de fuego tirada en el piso”.
Agregó que por estos hechos seis elementos están acuartelados y se investigan los hechos con transparencia y acompañamiento de la Casa del Migrante.
“La mecánica de los hechos indica que los disparos que efectuaron los elementos policiacos son los que privaron de la vida a esta persona”, reconoció el fiscal.
Por la mañana, la dependencia emitió un comunicado en el que dio una versión diferente. Indicó que “cuatro personas del sexo masculino agreden verbalmente a los policías; uno de ellos saca de entre sus ropas un arma de fuego y realiza disparos, mientras que las otras personas huyen en forma pedestre, y los oficiales repelen la agresión, por lo que el agresor cae abatido”.
Sin embargo, la Casa del Migrante de Saltillo, testigos y vecinos señalan que fue un operativo contra el grupo. “Empezaron a perseguirlos y lograron detener a varios de ellos y ellas, entre éstas, a una niña con su madre, a quien de manera por demás cruel, separaron a su bebé de aproximadamente dos años, quien fue escondido por los demás migrantes en una tienda para proteger su vida una vez que se dieron cuenta de los disparos.
“Un padre salvadoreño (...) corrió al lado de su hija de ocho años, quien presenció cómo cayó asesinado por elementos del estado”, señaló el director del albergue, Alberto Xicoténcatl, a través de un comunicado.
En un principio informó que en el operativo habrían participado agentes de la Policía Federal (PF) y del Instituto Nacional de Migración (INM), dependencias que se deslindaron de los hechos.
“Nos abrieron fuego como si fuéramos animales”, dijo un testigo migrante al diario local Vanguardia.
Anoche, la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras confirmó que la víctima es de su país.
Condenas. Organismos internacionales de derechos humanos pidieron al gobierno mexicano investigar los hechos. La Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos llamó a esclarecer lo sucedido mediante “una investigación exhaustiva e imparcial”.
Amnistía Internacional (AI) indicó que la muerte del hombre es una alarmante señal del enfoque cada vez más hostil de México hacia los migrantes.
***Con información de Hilda Fernández y José Meléndez, corresponsal