Mérida.— El senador Jorge Carlos Ramírez Marín, precandidato del PRI a la alcaldía de Mérida, asegura que, pese a que la ciudad capital de Yucatán ha sido gobernada por el PAN desde hace muchos años, es posible y factible que él y su partido “logremos recuperar la ciudad de Mérida para los ciudadanos”.
Entrevistado por EL UNIVERSAL, el legislador, quien pedirá licencia en el Senado de la República con la intención de participar en las elecciones del próximo 6 de junio, sostuvo que existen varias razones para pensar que el PRI puede ganar la elección en Mérida, y es precisamente por esa “posibilidad real” que él decidió inscribirse como aspirante a la candidatura tricolor para buscar competir por la presidencia municipal meridana.
Ramírez Marín fue el único priista en 2018 que ganó su elección como senador de la República por Yucatán.
En las elecciones de 2018, el PRI obtuvo una de las votaciones más adversas en Mérida, ya que su candidato a la alcaldía en ese entonces, Víctor Caballero Durán, perdió ante el panista Renán Barrera Concha (actual alcalde de Mérida), por una diferencia de 82 mil votos.
El todavía senador de la República se registró como precandidato tricolor en la casa del pueblo, sede del PRI yucateco, el pasado miércoles y ahí aseguró que, en caso de ser el candidato formal del PRI a la alcaldía meridana, hará una campaña de altura, de debate y de propuestas: “No venimos con revanchismos ni a recuperar nada para nosotros; vamos a recuperar Mérida, pero para los meridanos”, aseguró.
¿Considera que la epidemia de coronavirus contribuirá a cambiar el panorama y el resultado electoral de este año?
—Yo considero que sí va a tener impacto, particularmente porque la sociedad ha visto la insensibilidad del gobierno y la ausencia total del gobierno municipal para tomar medidas que, efectivamente, protejan a la gente, que efectivamente protejan su patrimonio, que de alguna manera les ayuden a recuperar empleos. Todo ha estado ausente y tenemos una colección de medidas autoritarias, así es que creo yo que sí va a tener un impacto.
¿Qué propuesta diferente presentará a los meridanos en esta campaña?
—Para empezar, una participación mayor de la ciudadanía, la oferta de que las decisiones sean tomadas por ellos realmente. En este momento, la campaña no me permite hacer propuestas hacia la ciudadanía, pero a la militancia del PRI le he planteado que vamos a buscar que nuestra ciudad sea realmente moderna, pero que conserve su esencia, que no sacrifique su esencia en afán de algo que solamente beneficie a unos cuantos o solamente se refleje en la altura de los edificios. La modernidad debe reflejarse, sobre todo, en el ingreso y en las oportunidades de las personas, apuntó el precandidato tricolor.
¿Cree que puedan su partido, el PRI, y usted recuperar Mérida después de más de 20 años en manos del PAN?
—Yo no lo planteo como una lucha de partidos, al contrario.
Mi propuesta fundamental es no dejar que sean los partidos los que se apoderen del gobierno, sino que sean realmente los ciudadanos. Me impulsa porque represento al PRI, pero seré particularmente meticuloso para que la propuesta sea devolverle Mérida a la ciudadanía.
¿Qué necesita Mérida, de acuerdo con su óptica?
—Una visión de futuro, una visión de crecimiento con empleo, de desarrollo urbano con un medio ambiente limpio, una visión de oportunidades de empleo no con las mismas fórmulas, sino impulsando nuevos negocios. Una oportunidad para los pequeños negocios y, sobre todo, una Mérida más igualitaria.
¿Quién o quiénes serían adversarios a vencer?
—Yo creo que, como es lógico, el PAN hoy está en el poder [estatal] y quien está en el poder federal, que es en este caso Morena, que seguramente hará todo lo posible, pero no descarto a nadie.
¿En qué áreas considera que Mérida está rezagada?
—Creo que en el tema de desarrollo urbano hay una falsa impresión de que estamos creciendo como se debe, creo que hay un gran desorden urbano y eso debe preocuparnos, y creo que en materia social estamos profundamente rezagados.
También el ayuntamiento no interviene en temas de empleo, de educación, de salud y, en ese sentido, hemos abierto una brecha o, mejor dicho, [estamos] construyendo un muro donde los de una Mérida se quedan fuera y los de la otra Mérida tienen esa impresión de que estamos bien, eso debe cambiar.