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Chihuahua. – Por décadas, esta frontera ha sido un territorio de tránsito para personas migrantes centroamericanas , así como para niños, niñas y adolescentes que viajan sin la compañía de un adulto huyendo de su país de origen en busca de reencontrarse con su familia o, simplemente, cumplir el sueño americano .
A pesar de que muchos menores de edad no acompañados logran cruzar el río Bravo , guiados por “coyotes” o mezclados en grupos de adultos, de acuerdo a cifras reveladas por CNN, hasta el pasado domingo más de cuatro mil menores permanecían bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza en espacios similares a cárceles debido a la saturación.
En Ciudad Juárez , una instancia del DIF Estatal apoyado por la UNICEF, el Centro de Asistencia Social, ha recibido, desde su creación, en octubre del 2020, a 144 niñas, niños y adolescentes migrantes extranjeros no acompañados, además de 466 de nacionalidad mexicana que fueron repatriados de los Estados Unidos .
Este Centro brinda alojamiento, comida, atención psicológica y representación legal a los menores, tanto extranjeros como mexicanos, que se encuentran sin la compañía de un adulto, en algunos casos porque fueron separados de sus padres en las redadas o detenciones que ocurren en las orillas del río Bravo.
Centro de Asistencia Social, ha recibido, desde su creación, en octubre del 2020, a 144 niñas, niños y adolescentes migrantes extranjeros no acompañados
De acuerdo a la información proporcionada por Enrique Valenzuela, titular del Consejo Estatal de Población (Coespo) en Ciudad Juárez, en los retornos registrados en las últimas semanas, en atención al Título 42 que abarca temas de salud pública, no se encuentran menores de edad centroamericanos, mientras que en el caso de niños mexicanos estos son repatriados, quienes, de encontrarse sin el acompañamiento de un adulto, son puestos a disposición del DIF Estatal.
En este procedimiento, interviene la Procuraduría de la Defensa de Protección de Niños No Acompañados , misma que está a cargo de la atención a migrantes y a quien le toca determinar el interés superior del menor, para luego, en el marco de un plan de restitución de derechos, disponer, por lo general, entregarlos a sus familiares.
Por otro lado, al ser detectados por el Instituto Nacional de Migración niños, niñas o adolescentes migrantes sin el acompañamiento de un adulto, estos son puestos a disposición del DIF Estatal, por lo cual, los albergues y refugios habilitados para atención a migrantes no son un espacio que los menores consideren seguro, pues podrían ver frustrado su sueño de cruzar a los Estados Unidos.
Recientemente, la Patrulla Fronteriza alertaba también sobre algunos adultos que se asocian con menores de edad a fin de fingir que son familia, es decir, padre e hijo, tío o sobrino, con el propósito de recibir trato diferenciado o ventajoso al momento de presentarse ante el juez migratorio en la compañía de un menor de edad.
El número de niños migrantes que se encuentran bajo la custodia de las autoridades norteamericanas es muy superior al de menores migrantes identificados en esta frontera, no obstante, es sabido que hay un número importante que se encuentra en las calles y otros mezclados en grupos de adultos que viven en hoteles o casas de renta tratando de no ser identificados como menores no acompañados antes de intentar, al menos una vez, cruzar a los Estados Unidos.
