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Médicos residentes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) impulsan el movimiento #NiUnaBataMenos, a fin de que les sean garantizadas las condiciones de seguridad para realizar su servicio social.
De acuerdo con sus organizadores, el movimiento se originó por el incremento de agresiones contra personal médico y las condiciones poco favorables para realizar su labor, como mobiliario deficiente y la falta de material de trabajo.
El reclamo se ha expandidio y hasta ahora se han unido médicos residentes de Irapuato y León, Guanajuato; de Guadalajara, Jalisco; Obregón, Sonora; Colima, Colima, y Tepic, Nayarit.
Como respuesta el IMSS determinó suspender la rotación de plazas en Papantla, Veracruz, y la localidad de San Carlos, Tamaulipas, por ser consideradas como de alto riesgo y no cumplir con las condiciones necesarias de seguridad, y se contempla tomar las mismas medidas en Paracho, Michoacán; La Unión, Guerrero; Huejutla, Hidalgo y Zongolica, Veracruz.
La tarde de ayer a través del sitio de Facebook “Ni una bata menos 2.0” se informó que si bien se han obtenido los primeros resultados, el movimiento no ha terminado.
“Quedan aún muchos puntos por aclarar y en los cuales trabajar, con la finalidad de garantizar mayor seguridad al personal de la salud y, por ende, poder brindar un mejor servicio a las personas”, declararon los integrantes.
Origen del reclamo. El pasado 15 de agosto residentes de todas las especialidades del Centro Médico Nacional del Bajío, del Hospital de Gineco-Pediatría 48 y de la Unidad Médica Familiar 53, ubicados en Guanajuato, celebraron la primera asamblea permanente.
Al día siguiente, los médicos expusieron sus demandas al Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social y entregaron un pliego petitorio a la doctora Ana Carolina Sepúlveda, titular de la Unidad de Educación, Investigación y Políticas de Salud del IMSS.
En el documento presentado los residentes exigieron ser asignados a unidades médicas donde su integridad no corra peligro; el derecho a cambiarse de lugar de trabajo por cuestiones de seguridad; así como contar con condiciones dignas para el servicio social.
Luego de escuchar las peticiones, la doctora Sepúlveda garantizó que se tomarán medidas de seguridad para todas las unidades médicas que son parte del programa “IMSS-Prospera”, sobre todo en aquellas que se consideren peligrosas.
“Para las sedes de alto riesgo se toman las siguientes medidas: la suspensión inmediata de la sede para prácticas de campo; atención inmediata de los factores de riesgo y elaboración de una estrategia para mejorar las condiciones de seguridad, incluyendo una evaluación continua de los resultados”, de acuerdo con la doctora Sepúlveda.
Médicos en riesgo. De acuerdo con un memorándum emitido por el movimiento, en lo que va de este sexenio, se han presentado 80 casos de violencia contra médicos, en algunos casos con saldo mortal.
El pasado 10 de agosto medios locales informaron sobre la desaparición de la pediatra Kasandra Ramírez, de 29 años, quien realizaba su servicio social en una unidad médica de Papantla, en el estado de Veracruz.
La búsqueda de la doctora, originaria de San Francisco del Rincón, Guanajuato –entidad donde inició el movimiento #NiUnaBataMenos se extendió hasta las redes sociales, donde cientos de personas compartieron su foto con la esperanza de dar con su paradero. Medios locales informaron que la joven, quien presuntamente fue liberada tras pagar su rescate.