Monterrey.- El presidente del Consejo Nacional del INE, Lorenzo Córdova Vianello , rechazó que durante su gestión haya actuado con ánimo de protagonismo y de confrontación, pues argumentó que le tocó presidir al organismo autónomo y defenderlo durante el actual gobierno, cuando sufrió desde la más alta tribuna del poder político, los peores ataques y descalificaciones de su historia.
Ante críticas a su gestión que recientemente hizo la consejera Carla Humphrey , de que dañó al INE por su protagonismo y al confrontarse con otros poderes y actores políticos, Córdova expresó que él respeta mucho a las consejeras y consejeros del Instituto. “No sé si lo haya dicho, pero esto es prueba de que la pluralidad en el INE tiene cabida, igual que en el país”.
Si lo dijo así, agregó, es su punto de vista y es muy respetable, “y por cierto, ella está compitiendo en el ejercicio de sus legítimos derechos, y tendrá que resolverse, para ser consejera presidenta, no sé si eso dañe o no al Instituto, yo creo que no, pero en todo caso, miren, yo creo que lo que he hecho, y puedo haberme equivocado, yo no soy quién para juzgar, júzguenme los demás, yo no creo que haya tenido un protagonismo, que no haya sido aquél que ameritó el momento”.
Si actuó así, afirmó, fue “porque me tocó ser presidente del INE cuando sufrió los peores ataques y descalificaciones desde el poder, que hubiera sufrido la autoridad electoral, aunque lo sufrimos antes con el gobierno anterior y con el IFE, pero nunca habíamos tenido una descalificación casi cotidiana desde la máxima tribuna del poder político, nunca habíamos tenido un acoso, hostigamiento, con denuncias penales, denuncias de juicio político, amenazas de ir a nuestros domicilios, como lo sufrimos”, durante este gobierno.
Además, señaló, “nunca habíamos tenido recortes tan brutales que nos hubieran impedido hacer nuestro trabajo, como ocurrió cuando la revocación de mandato y nunca antes habíamos enfrentado una reforma electoral que tenía el propósito no de fortalecer, sino de desmantelar a la institución, y espero que no tengamos otro (propósito) de captura, que trate de convertir al INE en instituciones que han claudicado de su función constitucional como la CNDH, colocándose al servicio del poder”.
Así que, “si defender a la institución es protagonismo, lo digo así, qué orgullo haber tenido este protagonismo y lo volvería a hacer, pero ya no lo voy a volver a hacer porque ya me voy”, dijo el consejero presidente en una entrevista, después que firmó con el Instituto Estatal Electoral y el Instituto de Estudios Políticos de la UDEM, un “convenio de colaboración para el fomento de la cultura cívica y democrática en Nuevo León”.
Al preguntarle sobre las críticas que recibió por su reacción de reírse cuando la suplente de Morena ante el INE, Julieta Ramírez, lo cuestionaba por su finiquito al dejar el cargo, Córdova dijo, “pero no cuestionó, ofendió y no entramos a eso, ahora sí que me reservo el derecho de disentir y de expresar mi punto…".
Respecto a la polémica por los sueldos que reciben los consejeros del órgano electoral, mencionó que en 2017 a raíz del gasolinazo tomaron la decisión de reducir sus remuneraciones, pero no procedió porque un compañero presentó un recurso. Luego en el periodo de transición para el cambio de gobierno en 2018, trató el tema con interlocutores del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que ya no están en su administración, pero se les dijo “aquí no se lo bajan sino en lo que diga el gobierno”.
Al preguntarle su evaluación sobre el INE que deja y pedirle una autocrítica por errores cometidos a 19 días de terminar su gestión, Lorenzo Córdova señaló que hay datos objetivos en el sentido de que el organismo tiene hoy los más altos índices de credibilidad de su historia que alcanzan el 76 por ciento, mientras al nacer eran del 40 al 45 por ciento.
Afirmó que el INE ha organizado 331 elecciones y en ninguna se presentó algún conflicto electoral, “es el periodo más largo de estabilidad política y gobernabilidad democrática de toda nuestra historia”. Además, mencionó que enfrentó exitosamente el desafío que implicó organizar las elecciones locales de 2020 y federales de 2021, en medio de la pandemia por Covid-19 , sin que el proceso implicara un crecimiento en la curva de contagios y en 2018 sacó adelante una elección con una gran polarización política, que garantizó la transición ordenada y pacífica de una tercera alternancia en la Presidencia.
El proceso de 2021 se realizó además ante “una abierta y clara descalificación del gobierno a la autoridad electoral; pero “amenazas, magos, descalificaciones cotidianas, no fueron un impedimento para que pudieran realizarse bien las elecciones, y las primeras consulta pública y revocación de mandato que tuvimos a nivel federal”, y el último desafío que esperan superar, es confrontar una reforma regresiva, El Plan B.
Como parte de una autocrítica, dijo Córdova, acepta que “tal vez debí haber asumido al tomar el cargo, que el espionaje telefónico es una realidad en este país, y tal vez debí al ejercer el cargo sabiendo que, desde el gobierno, desde distintos actores públicos o privados, quién sabe, porque no se ha investigado nada, pues estaba siendo espiado”.
“Y eso debió llevarme a cuidarme más en mis comunicaciones privadas, pues sé que todos los días o casi cotidianamente se recuerda un evento que ocurrió hace siete, ocho años ya”, en alusión al audio relativo a una conversación telefónica con Edmundo Jacobo donde se burla de un representante de pueblos indígenas.
“Pero después de haber cometido ese error, y lo digo sin medias tintas, fue una desafortunadísima manera de referirme a algunos personajes que habían chantajeado al Instituto a nombre de los pueblos indígenas, porque no hay nadie que represente a los pueblos indígenas más que la pluralidad étnica que existe en nuestro país, yo ofrecí una disculpa pública y disculpas privadas”, asentó Córdova.
Y, por cierto, después de eso, el Consejo General del INE avaló las primeras medidas afirmativas que hoy nos permiten que las comunidades indígenas tengan representación efectiva en el Congreso de la Unión.
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Mencionó entre otro de sus errores, en no haber emitido desde 2108 y no hasta 2021 un lineamiento para evitar la sobrerrepresentación inconstitucional de las mayorías en el Congreso de la Unión.
Por eso, recalcó, “yo creo el balance integral es positivo, yo me voy satisfecho, ojalá pudiésemos haber hecho más cosas, pero el mero hecho de que la valoración del INE sea la más alta de la historia, pues habla de un trabajo discretamente bien cumplido".
Yo me voy muy contento, porque ser consejero y presidente del INE en los tiempos de acoso a la democracia, y no sólo sobrevivir sino llevar a buen puerto a la Institución, pues me voy con el buen sabor de boca del deber cumplido; y además me voy a la academia, a diferencia de lo que algunos andan diciendo".
-Dicen que se va a la rectoría de la UNAM: "Nombre, es que se los digo así, no somos iguales, hay quienes creen que piensan de la misma manera, hay quienes andan nada más en busca de un hueso, yo me regreso a mi cubículo, me regreso como en el pasado, a espacios de opinión pública, para seguir contribuyendo desde otras trincheras a la defensa de la democracia, y me voy muy tranquilo.
Es más, dijo el presidente del INE, "ahora espero ser un mejor académico de lo que fui", haré activismo social y en defensa de la democracia, política partidista no”.
Voy a mi casa que es la UNAM, para colaborar con espacios de la sociedad civil, hay un despertar social en defensa de la democracia que hay que encauzar, hay que promover, y es parte de lo que hace un académico comprometido como espero ser, expresó.
En otro orden, dio su voto de confianza para que la designación de cuatro nuevas consejeras y consejeros del INE se lleve a cabo de manera consensuada como ocurrió en 2020, lo cual reconoció al entonces presidente de la Cámara de Diputados, Mario Delgado , no obstante que contaban con la mayoría para hacer una elección unilateral.
Ojalá no haya una renuncia a la política y que con esta renovación salga fortalecido el Instituto de cara a la que será la elección más compleja de nuestra historia, la de 2024; lamentablemente vimos una imposición unilateral de una mayoría, sin duda legítima, del Plan B, algo que no pasaba en un cuarto de siglo, ante lo cual serán por mucho, las normas más impugnadas de la historia
“Y eso sería muy lamentable porque a nadie le conviene, ni siquiera a las mayorías, que exista una descalificación por parte de algunos actores políticos, sea de las reglas o sea de los árbitros de las elecciones”, señaló.
Ojalá que esa renuncia a la política, pero, aunque los cuatro nuevos integrantes del Consejo General fueran impuestos por la mayoría, ese no sería el principal riesgo para la democracia, sino el Plan B que pretende el “destazamiento del INE”, porque quedarían otros siete consejeros y consejeras que tienen experiencia y aunque con distintos puntos de vista coinciden en los riesgos que representa la reforma electoral que será analizada por la Suprema Corte.
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