Ciudad Juárez.— Aprender materias como matemáticas y español, jugar, cantar y hasta bailar eran algunas de las actividades que Angelique disfrutaba hacer en la escuela primaria Carmen Serdán, la cual formaba parte del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
Angelique vivió una situación de violencia donde sus padres perdieron la vida, por lo cual quedó al cuidado de su abuelita, quien es la que la lleva y la recoge del plantel, ubicado en la colonia San Antonino, y por eso era práctico que estuviera más tiempo en la escuela.
“Me gustaba porque cantaba y jugaba”, asegura la menor, que cursa el cuarto grado.
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Desde que el gobierno federal eliminó el programa de tiempo completo la salida es a las 12:30. Angelique llega temprano a su casa y, en lugar del respaldo en clases y regularización que recibía, ahora únicamente cada mes se le otorga un apoyo de la escuela con una caja que lleva galletas, leche y otros alimentos, que proporciona el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF).
“Ahora, cuando llego de la escuela hago la tarea nada más”, afirma la alumna.
Los maestros que participaban en el PETC pensaron en un inicio que se trataba de una noticia falsa la eliminación de este programa, debido a la afectación que tendrán los niños.
“Era el tiempo que teníamos extra para la curricular que llevábamos, para resarcir el rezago en escritura y en matemáticas. En esta colonia había mucho rezago en la convivencia, era un tiempo donde los niños cantaban, hacían deporte, trabajaban rezagos y, en lo personal, los niños son una parte muy importante, porque tenían también un alimento seguro”, explica la maestra de Angelique, Alejandra Hernández.
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Hace falta en zonas marginadas
Laura Ofelia Gardea Acosta, directora de la primaria federal Carmen Serdán, comenta que una de las ventajas que tenía el PETC era el apoyo que se les daba a los menores para que pudieran estar en la escuela, ya que la zona donde se ubica es de alta vulnerabilidad y violencia.
“La mayoría de los padres trabajan o de alguna manera no tiene la habilidad para sobrellevar a sus hijos a un mejor aprendizaje, entonces aquí tenían más herramientas para sacarlos adelante. Al acortar el tiempo se reducen esas herramientas que tenían esos niños aquí en la escuela”, detalla.
Tan sólo en esta institución se beneficiaban 175 alumnos con el PECT, ya que actualmente hay seis grupos. Ahora los menores salen al mediodía, cuando antes el horario en el que estaban en la institución era de ocho de la mañana a tres de tarde.
Aunque se ha informado que se pasará el programa a lo que ahora se denomina La Escuela es Nuestra, a directivos de instituciones en Ciudad Juárez no les ha llegado ninguna información al respecto, incluso no se les ha informado de manera oficial sobre la cancelación del PETC.
“No sabemos nada; oficialmente no nos ha llegado un documento ni recursos ni apo-yo”, lamentan.
Durante esta semana, el secretario de Educación de Chihuahua, Javier González Mocken, calificó como lamentable el hecho de que se haya eliminado el PETC.