Morelia.- Yanetzi Arias Campos es mamá soltera de una niña y desde hace un mes se quedó sin trabajo, resultado de la crisis económica que ha dejado la pandemia de coronavirus.

Después de trabajar por cuatro años en esa compañía, Yanetzi fue despedida como promotora de una empresa de dulces, cuenta a EL UNIVERSAL.

Originaria de la ciudad de Morelia, la mujer de 30 años de edad no esperaba quedarse desempleada, lo que dice, le afectó demasiado. “Me dieron en toda la torre”.

Camina por una explanada con la mirada caída y recuerda que sólo le llamaron del departamento de recursos humanos y le dieron la mala noticia.

Recibió su liquidación, se fue a casa desolada y ahí empezó el sufrimiento, pues aunque sale desde temprana hora a buscar trabajo, no hay fuentes de empleo.

Aunque ha ofrecido sus servicios para hacer aseo en las casas, todo ha quedado en intentos, pues Yanetzi señala que por la pandemia, las personas no permiten el acceso.

Relata que la desesperación por tener un ingreso, la llevó a pensar, incluso, tocar puerta por puerta de la capital michoacana para vender bolsas de plástico para basura.

“Hasta vender paletas en los cruceros o limpiar parabrisas. Han pasado muchas cosas por mi mente, por la desesperación que uno tiene”, revela.

Su única opción, fue vender aretitos entre sus conocidas para sobrevivir, pero tampoco ha sido suficiente, porque no hay muchas ventas, dice, ya que nadie tiene dinero.

Voltea a todos lados como en busca de una solución a su problema. Expone que lo más triste que le ha pasado es ver a su hija y no poder satisfacerle sus necesidades y gustos.

Muerde sus labios, suelta el llanto y con voz entrecortada reitera su dolor y demasiada tristeza, porque nunca había tenido tantas limitaciones en su casa.

“A mi hija, todo lo que me pedía se lo daba y, aunque me quitara el taco de la boca para dárselo y ahorita decirle que no puedo por el dinero, se me parte el alma”, expresa.

Yanetzi Arias ahora sólo espera un milagro. Con paso lento se dirige a la iglesia, donde espera la ayuda de la Virgen de Guadalupe, quien afirma, nunca la ha abandonado.

Muestra un tatuaje de la Guadalupana que se grabó en el costado de su menudo cuerpo, en agradecimiento, por haberle salvado la vida a su niña, cuando estaba recién nacida.

Para la moreliana, la Morena del Tepeyac hizo posible que su nena librara una cirugía de alto riesgo a la que fue sometida por un problema del corazón.

Y en esta ocasión sus súplicas también serán escuchadas, asegura la joven madre, luego de implorar dentro del santuario, a su virgencita, de la que no duda que le cumpla el milagro.

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