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estados@eluniversal.com.mx
En enero de este año, al menos 304 mujeres fueron asesinadas en el país, con un promedio de 10 crímenes por día, y de ese total sólo 75 casos fueron catalogados como presuntos feminicidios, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
El reporte Información sobre violencia contra las mujeres, del SESNSP, indica que el Estado de México, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Baja California Sur y la Ciudad de México son las entidades que concentraron la mayor incidencia de presuntos feminicidios y homicidios dolosos, cuyas víctimas son del sexo femenino.
En un desglose entidad por entidad, el Estado de México sumó 37 casos; Jalisco, 33; Guanajuato, 24; Chihuahua, 22, mientras que Baja California y la Ciudad de México registraron 21 cada uno.
A estos estados le siguen Oaxaca, con 19; Guerrero, 13; Puebla y Michoacán, con 12, así como Veracruz, con 11. En contraste, según el Secretariado, sólo en Campeche, Durango y Yucatán ninguna mujer fue asesinada en el primer mes de 2019.
Asimismo, el SESNSP destaca que de las 304 mujeres asesinadas, 28 tenían entre cero y 17 años.
Tendencia al alza. En un comparativo con enero del año pasado, los asesinatos de mujeres se incrementaron 9%. Así, en el primer mes de 2018 se reportaron 279 presuntas víctimas de feminicidio y homicidios dolosos contra mujeres, es decir, 25 menos que este 2019.
Pero la tendencia al alza no es cuestión de un año o un mes, al menos desde 2015 —fecha más antigua registrada en el reporte— los asesinatos de mujeres se han incrementado.
Por ejemplo, según el SESNSP, en enero de 2015 se registraron 150 homicidios dolosos de mujeres y feminicidios; en el mismo mes pero de 2016 hubo 189, y en 2017 fueron 199.
Al respecto, el SESNSP precisa que “la contabilidad del delito de feminicidio se realiza conforme a su tipificación en las entidades federativas, la cual se ha dado de forma gradual durante los últimos siete años, completándose las 32 entidades federativas en octubre de 2017”.
En ese sentido, llama la atención que Jalisco y Guanajuato, que ocupan el segundo y tercer lugar en asesinatos de mujeres en enero de 2019, no reporten la apertura de ninguna carpeta de investigación por feminicidio.
El Secretariado precisa que todos estos casos de víctimas mortales han sido catalogados de manera temporal como homicidio doloso o feminicidio, pero esto podría cambiar conforme avancen las investigaciones.
Señalan subregistro de casos. Las estadísticas que publica el SESNSP tienen un problema: un subregistro que te deja sin saber realmente cuántos homicidios dolosos de mujeres están ocurriendo. “Las autoridades muchas veces están dejando [muchos asesinatos] como crimen organizado y simplemente no investigan (...), entonces su cifra va bajando”, asegura María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
“Además hace falta un dato relevante, quién está privando de la vida a las mujeres. Al final aparecen asesinatos, pero ¿quiénes son los victimarios? Las autoridades sólo los identifican cuando son cercanos a la mujer”, señala la experta.
Esta organización ha detectado como focos rojos a Jalisco, Estado de México, Veracruz y Guerrero. Ahí han identificado a grupos delictivos que ponen en riesgo a las mujeres; sin embargo, “la misma autoridad no se siente en condiciones para enfrentar estos contextos criminales. No tienen el equipo, las herramientas ni la protección de la propia fiscalía”, indica Estrada.
Diferenciar entre homicidios dolosos y feminicidios es una cuestión sin sentido para las organizaciones civiles, pues derivado de la sentencia de Mariana Lima, “toda muerte violenta debe iniciarse con la investigación con perspectiva de género, y al final es investigarlos como feminicidios”.
Pero lo que falta es voluntad política. La autoridad no está dispuesta a entrar en un tema en el que las mujeres son asesinadas en un contexto criminal, afirma la experta. Además de que la impunidad es otra de las barreras. “Nos enfrentamos a sistemas de justicia que están colapsando por la corrupción”, ya sea por los peritajes o las malas diligencias, dice.
Destaca que la relevancia de visibilizar los feminicidios en el país es que al entender quién está asesinando a las mujeres se van a poder crear políticas de prevención del delito para evitar esta violencia extrema. “Estamos teniendo un contexto de estructuras criminales que secuestran a mujeres, las matan, las violan, las obligan a vender droga y que trafican con sus cuerpos, es un contexto muy grave”, dice Estrada.
En tanto, todos los días se suman casos a estas estadísticas macabras. Ayer, en Aguascalientes decenas de personas marcharon para exigir justicia para Laura Angélica Lozano, una estudiante de 17 años que estaba embarazada y que fue asesinada presuntamente por su novio el viernes pasado. Su familia quiere justicia y que su caso no quede sólo en un registro para las cifras de febrero. Con información de Xóchitl Álvarez