Xalapa.— Fuerzas policiales del Mando Único de Veracruz fueron asediadas con ataques armados a bases, casetas de vigilancia y en emboscadas. El saldo fue de siete muertos, entre ellos cuatro oficiales. Además, ante algunos hechos se reportó que centros comerciales cerraron sus puertas.
Los hechos ocurrieron desde la madrugada hasta la tarde de ayer, en los municipios de Huatusco y Córdoba, en la región montañosa central.
Tras el intenso asedio, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal activó el Código Rojo, a fin de buscar y localizar a los autores de los ataques.
Por la noche, el Gobierno del Estado informó que como resultado de los operativos realizados ante las agresiones a policías, se logró la detención de dos hombres y fueron confiscados tres vehículos con armas de diferentes calibres.
Al respecto, la SSP aseguró que los hechos registrados fueron resultado de los intensos operativos en la zona, a cargo de fuerzas estatales y federales.
Según informes, los ataques iniciaron en la madrugada, cuando el cuartel de la Fuerza Civil de Veracruz —grupo élite de la SSP— en el municipio de Huatusco recibió un intenso ataque con disparos. Oficiales fueron agredidos con 50 a 70 detonaciones y en el lugar se hallaron casquillos percutidos, al parecer calibre .223 y .9 milímetros.
La corporación reportó que sólo hubo daños materiales a las instalaciones y a la unidad FC-2473, asimismo, que se localizó una garrafa de gasolina, con la cual los atacantes habrían intentado incendiar la unidad.
Tras la refriega, elementos de diversas corporaciones estatales y federales implementaron un fuerte operativo en la zona.
Horas más tarde, en la comunidad de Chavaxtla, elementos de la Fuerza Civil y un comando se enfrentaron. Por este episodio fueron abatidos tres presuntos delincuentes.
Más tarde, cerca de las 15:30 horas, grupos armados atacaron una caseta de la policía municipal y posteriormente a efectivos en un camino de terracería en el municipio de Córdoba.
Un tercer ataque se registró en una caseta de vigilancia móvil ubicada sobre el bulevar Córdoba-Fortín, frente a la plaza comercial Shangri-La. El intenso tiroteo provocó pánico y obligó a centros comerciales a cerrar sus puertas. En el lugar se hallaron decenas de casquillos de alto poder, mientras dos policías municipales quedaron sin vida en el interior.
Un ataque más ocurrió sobre el camino estatal Córdoba-Chocamán, a la altura de la comunidad Los Ceros. Los uniformados a bordo de una patrulla estatal realizaron recorridos de vigilancia cuando fueron atacados por un grupo armado, dejando a dos policías sin vida.