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Guadalajara.— En un ataque directo, ayer asesinaron al tercer comandante de la policía de Guadalajara, Eduardo Plazola García, y a los tres escoltas que lo cuidaban.
El mando policiaco —tercero en jerarquía dentro de la corporación— acababa de salir de su domicilio, ubicado en Tonalá, para cubrir su turno, cuando una camioneta Jeep Patriot de color gris y un vehículo Dodge Attitude se colocaron a los costados de la patrulla en la que viajaba y dispararon en al menos 50 ocasiones.
En el lugar, en el cruce de las calles Loma Llana Sur y circuito Loma Sur, en la colonia Loma Dorada, se hallaron más de medio centenar de cartuchos para rifles AR-15, AK-47 y pistolas 9 milímetros.
Plazola García alcanzó a solicitar apoyo por la radio, pero cuando llegaron más elementos al lugar los sicarios habían escapado; los otros tres policías abatidos fueron identificados como Marcela Guadalupe Maciel Herrera, Roberto Saucedo Torres y José Aguilar Flores.
El presidente municipal interino de Guadalajara, Enrique Ibarra, condenó el ataque. Además, afirmó que se trata de una represalia a la labor que realiza la policía tapatía. “Esto es una reacción a la incansable labor de nuestra corporación y lejos de bajar la guardia, intensificaremos nuestra misión de garantizar la paz y la seguridad a la ciudadanía”, indicó.
En un comunicado, la administración municipal atribuyó el ataque al destacado trabajo de Plazola García contra la delincuencia en la ciudad.
“La amplia experiencia y capacitación del comandante Plazola García permitió que asumiera como jefe de la Unidad para la Recuperación del Estado de Derecho y la Paz [Urepaz] de la comisaría de la policía de Guadalajara en marzo de 2017, la cual, bajo su liderazgo y trabajo, logró asestar importantes golpes a grupos del crimen organizado y recuperar el Estado de derecho y la paz en zonas y barrios tradicionales de la ciudad, por ejemplo, el Santuario, 5 de Febrero, Analco, San Juan de Dios y Oblatos, entre otros”.
Según un reporte de trabajo del mando asesinado, desde octubre de 2017 encabezó un aseguramiento de cerca de 300 dosis de diferentes drogas en la colonia San Carlos. También detuvo en la colonia del Fresno a dos presuntos narcomenudistas armados, aseguró 116 dosis de diversas drogas en el barrio de San Juan de Dios, decomisó dos kilos de marihuana en la colonia Oblatos, arrestó a dos hombres con más de 290 porciones de droga en la colonia San Juan de Dios, detuvo a cuatro hombres presuntamente dedicados a la venta de autopartes robadas en la zona de la calle 5 de Febrero. Además, detuvo a tres individuos que presuntamente están relacionados con un homicidio ocurrido en la colonia La Esperanza, entre otros logros.
Aunque diversas corporaciones implementaron un operativo de búsqueda para localizar a los responsables, no se logró ninguna detención. A la condena por el asesinato de los policías tapatíos se sumaron los ediles de los municipios que conforman el Área Metropolitana de Guadalajara. El fiscal del estado, Raúl Sánchez Jiménez, se comprometió a dar con los responsables.
“Durante la reunión de la Mesa Permanente de Seguridad Pública Metropolitana acordamos redoblar la coordinación entre instituciones de seguridad municipales y estatales para que este acto no quede impune”, señaló en Twitter.
En las últimas semanas la violencia que se vive en el estado y en la Zona Metropolitana de Guadalajara se ha evidenciado con el descubrimiento de fosas clandestinas en casas deshabitadas o predios despoblados dentro de la urbe. En los tres últimos meses han sido localizados al menos 48 cuerpos inhumados de manera clandestina en distintos puntos de la ciudad; las autoridades han atribuido estos hechos a una guerra entre cárteles.