Xalapa.— “A las mujeres se les enseña a cuidar...”, planteaba la alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Maricela Vallejo Orea, ante el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y un auditorio abarrotado.
“Y a los hombres a ser líderes, dominadores, mujeriegos, bebedores”, expuso, y llamó a una nueva construcción social que permitiera cambiar prácticas desde la casa, escuela y política.
Maricela sabía bien de qué hablaba ese 29 de enero de 2019. Nació y creció en uno de los municipios con mayor marginación, enclavado en la Sierra de Zongolica, donde a contracorriente estudió ingeniería en sistemas computacionales.
En el Instituto Tecnológico de Zongolica cursó sus estudios y ahí mismo trabajó, en una región indígena donde el papel de las mujeres es históricamente relegado.
Carecía de experiencia o trabajo político previo, salvo su labor comunitaria que le permitió ser candidata para las elecciones de 2017 con sólo 25 años de edad.
En medio de una convulsa elección, en la que la violencia acabó con la vida de tres ciudadanos, ganó y empezaron las amenazas.
Ya como alcaldesa electa, el 15 de diciembre de 2017 su tío Manuel Orea Méndez fue asesinado como resultado de la lucha por el poder en la zona.
En diciembre de ese mismo año, la funcionaria había denunciado amenazas de muerte en su contra. Incluso, reveló que le habían ofrecido 300 mil pesos para que no rindiera protesta. Se mantuvo firme, rindió protesta.
Maricela no tenía empacho alguno en aclarar dudas con alcaldes cercanos, sin importar su partido, y desde diciembre mantenía fuerte proximidad con el gobernador.
Tres meses después, con 27 años de edad y una hija de meses, fue asesinada, junto con su esposo, de 22 años.