Como sociedad y como personas, tenemos que entender que los niños en adopción no están en casas hogares por gusto, vacaciones o porque es una guardería. Están ahí porque fueron víctimas y hoy son sobrevivientes que necesitan ayuda, señaló Mariana Rodríguez , dirigente honoraria de la oficina AMAR el gobierno de Nuevo León, y también esposa del , en un artículo de opinión publicado en el diario The Washington Post.

Luego de la polémica causada por “adoptar” por un fin de semana a un bebé del programa del sistema de Desarrollo Integral de las Familias (DIF) Capullos , Rodríguez Cantú expuso la situación en que se encuentra actualmente la adopción en México y en especial en el estado de Nuevo León, donde señaló hay 28 niños con disponibilidad de ser adoptados de los cuales 16 están en proceso de integración con personas dispuestas a adoptarlos.

Mencionó que los 12 niños restantes, 11 padecen alguna discapacidad, tres han ido a una integración y nueve han sido devueltos una o hasta tres veces.

“Actualmente hay 57 solicitudes de adopción y, aunque parece una buena noticia, no lo es porque 52 de esos solicitantes ponen requisitos de no trastornos sexuales, antecedentes de violencia o discapacidad”.

Por lo anterior, la coordinadora de la unidad administrativa “Amar a Nuevo León” señaló que es necesario hacer cambios como sociedad y como personas ya que quienes quieran adoptar tienen que entender que los niños, niñas y adolescentes “tienen una historia que los ha afectado, que deben entender y aceptar”.

También dijo que se necesitan cambios en las leyes federales y estatales bajo la idea de que cada menor tiene una historia propia por lo que en ocasiones la restitución a la familia biológica o extensa no es la mejor opción para ellos. “Se debe examinar caso por caso y decidir qué es lo mejor para los pequeños”.

Aclaró que también hay que eliminar algunas lagunas legales y hacer más sencillos los trámites de adopción debido a que una estancia larga en las casas hogares perjudica el desarrollo y la adaptación en la sociedad en los niños ya que, “nunca van a poder sustituir el amor que da una familia, biológica o no”.

También señaló que es importante involucrar a las organizaciones civiles, los congresos estatales y federal, y al poder judicial en la discusión de las adopciones, lo que permitirá lograr reformas que permitan que los menores que no tengan firmado un consentimiento de adopción tengan la oportunidad de llegar con una familia que los quiera.

“Tenemos que lograr que a los procesos de protección se les dé la importancia que tienen, pero también evitar que las adopciones se entorpezcan o se detengan por temas burocráticos”.

Debido a todo lo anterior, Mariana Rodríguez se cuestionó qué sucede con los padres que deben rehabilitarse para recuperar a sus hijos y no lo hacen, qué pasa con los agresores de los niños y niñas quienes siguen libres mientras los menores están encerrados en una casa hogar, y qué pasa con los niños abandonados que no han llegado al DIF.

Por lo anterior, espera que “muchos hagamos algo por todos estos niños y niñas que necesitan ayuda”.

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afcl/ml

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