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El director del medio electrónico Ciudad Obregón Sin Censura, Marco Antonio Duarte Vargas se encuentra en huelga de hambre desde hace ocho días en el interior de un penal de Cajeme, Sonora. Se dice preso político porque lo procesaron por acusaciones falsas de una presunta extorsión .
Entre 2019 y 2020, el periodista fue hostigado , amenazado, golpeado, robado; le lanzaron un artefacto explosivo a su vehículo, asesinaron a su mascota y destrozaron sus instalaciones eléctricas en casa y oficina.
Por agravios en su contra tiene interpuestas varias denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
Desde el 15 de agosto de 2019, Duarte Vargas había la solicitado protección policial debido a que sufrió una golpiza de parte de unos sujetos, que se identificaron como cercanos al exsecretario del Ayuntamiento, Ascención López Durán a quien denunció ante la Fiscalía General de la República (FGR), por presuntos delitos de amenazas de muerte y privación ilegal de la libertad de expresión , bajo expediente OBR/ 437/2019.
Hace casi un año, el 30 de junio del 2020, Marco Antonio Duarte fue señalado junto con su colaborador de Ciudad Obregón Sin Censura, Miguel Valdez Miranda, por presunta extorsión contra Omar Serna, gerente de la central de autobuses.
Desde entonces se encuentra preso; dice su familia que este delito “fabricado”, pero además que no se ha llevado a cabo el debido proceso, incluso hay dilación de la justicia por parte de los jueces Séptimo y Octavo de Ciudad Obregón.
Yaneth Duarte, su hija, comentó a EL UNIVERSAL que el también activista social se encuentra con la salud menoscabada, pues a la falta de comida se suma las altas temperaturas que han rebasado los 44 grados centígrados.
Con enojo y preocupación expresó que su padre es nuevamente víctima de autoridades del actual gobierno municipal quienes han logrado censurarlo al mantenerlo preso en contubernio con autoridades del gobierno del estado.
Pide al presidente Andrés Manuel López Obrador que ayude a los presos políticos de Sonora y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que atienda el caso de Marco Antonio Duarte.
En un mensaje enviado a través de su hija, Duarte expone que su estado anímico ya ha empezado a deteriorarse, así como su presión arterial y aclara que no es hipertenso. “Me voy a ir hasta las últimas consecuencias”, advierte el periodista de Sonora que exige justicia.
PRONUNCIAMIENTO DE LA FAMILIA DUARTE
Hace un año mi padre Marco Antonio Duarte Vargas, propietario del medio digital Ciudad Obregón Sin Censura, realizó un plantón afuera de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) demandando se atendiera su caso por atentados, amenazas de muerte y hostigamiento.
Los atentados padecidos por mi padre datan desde el 2019 y cuya denuncia está en el expediente OBR/ 437/2019 donde él señala al exsecretario municipal en Cajeme, Sonora, Ascensión López Durán como responsable.
El asesinato de la mascota de Marco Duarte, los golpes a su persona generándole lesiones que tardan más de 15 días en sanar, un artefacto explosivo en su coche donde hubo pérdida total, robo y desmantelamiento de su oficina, no fueron suficientes para ponerlo en protección ya que el pasado 30 de julio de 2020 se le fabricó un delito donde otro funcionario municipal Omar Serna Córdova, en complicidad con la Fiscalía del Estado de Sonora, lo aprehenden y vinculan a proceso por el supuesto delito de extorsión, caso que lo sigue teniendo en prisión y con carpeta de Investigación SON/COB/FGE/2020/098/30455.
A dos años de los atentados contra Marco Duarte, a casi un año de su encarcelamiento, mi padre en su desespero por padecer un proceso judicial plagado de irregularidades, decidió el pasado 24 de junio iniciar una huelga de hambre que pone en riesgo su salud e integridad.
Por lo anterior, le solicito a los medios, a la comunidad, a las autoridades, revisen el caso de mi padre cuyo proceso lo puede llevar en libertad porque a casi un año de su encarcelamiento sigue como “presunto”.
En Cajeme, en Sonora, la impunidad en los delitos contra la libertad de expresión es evidente y nuestro país pareciera ser muy peligroso para ejercer el periodismo. Ser víctima de amenazas de muerte constituye un alto riesgo para la vida e integridad del periodista, además de generar un efecto de autocensura, debilitando los derechos no solo de la víctima, sino también de la sociedad y de su derecho a recibir información.
Libertad inmediata para el preso político en Cajeme Marco Antonio Duarte Vargas.
Atte. Familia Duarte
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