Nos cuentan que en Baja California Sur, el gobernador Víctor Castro (Morena) sigue sumando críticas, ahora por presumir su asistencia a la marcha por los cuatro años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La razón, nos dicen, es que en redes sociales el góber se mostró rodeado de funcionarios de su gobierno, por lo que de inmediato le cuestionaron quién pagó el viaje, hospedajes y comidas para casi todo el gabinete estatal, sobre todo considerando lo “austero” de sus salarios. Y aunque el góber respondió que todo salió de sus bolsillos, nos mencionan que sus paisanos no lo perdonaron y con cierta ironía se preguntaron si la contralora general, Cristina Buendía, quien también se unió al contingente morenista, habrá ido a verificar el buen uso de los recursos públicos… ¡Zaz!

De acarreados y voluntarios

Hablando de la marcha, nos dicen que en Chihuahua las cosas no salieron mejor, pues varios funcionarios y diputados que alzaron la mano para dirigirse a la marcha fueron fuertemente criticados, como la presidenta del Congreso local, Adriana Terrazas. La razón, nos explican, es que desde el viernes al menos ocho camiones con “asistentes voluntarios” al magno evento salieron de Ciudad Juárez rumbo a la Ciudad de México, lo que dio pie a que detractores de Morena acusaran estrategia de acarreo, pero eso no fue todo, nos mencionan, pues las cosas empeoraron ante versiones de que muchos de esos asistentes viajaron con todo y síntomas respiratorios. Se verá en unos días si no salen más caras las “tortas” que las albóndigas.

Acomodan ajedrez electoral

Desde Yucatán nos platican que los acuerdos entre morenistas y pevemistas van viento en popa, o al menos eso se comenta en los corrillos políticos luego de una reunión entre el diputado federal Mario Peraza (PVEM), el secretario general del Infonavit, Rogerio Castro, y el senador Raúl Paz. Según nos confían, los tres estarían trabajando en acuerdos para alcanzar nuevas posiciones políticas en 2024, cuando se disputarán la gubernatura, 106 alcaldías, seis diputaciones federales y dos senadurías. Ya veremos, nos dicen, si finalmente terminan juntos y no revueltos.