El irapuatense Rubén Ramírez Cárdenas, condenado a pena de muerte en la prisión Allan B. Polunsky, de Livingston, Texas, con fecha de ejecución para el 8 de noviembre, se encuentra tranquilo, con la esperanza de que su sentencia pueda cambiar por las acciones legales que un grupo de abogados realiza.
El sentenciado está pendiente del trabajo que lleva a cabo la representación consular y el gobierno del estado de Guanajuato para que no le sea aplicada la inyección letal, de acuerdo con Maricela Luna, periodista de Irapuato y amiga de Sanjuana Cárdenas, la madre de Rubén Ramírez.
Luna visitó al inculpado en la prisión para cumplir un compromiso que hace 10 años hizo con él, y a través de las redes sociales compartió parte de la conversación que sostuvieron el 28 de octubre, en el locutorio número cuatro A, a través del cristal.
“Me encontré con un hombre tranquilo, no quisiera decir que resignado, pero sí esperanzado de que todo puede cambiar el 8 de noviembre, él confía en que los abogados están haciendo lo correcto y que están echándole toda la carne al asador para que la sentencia pueda cambiar”. compartió.
También platicaron de algunas cuestiones legales que no se pueden decir y que justo son las que le dan esperanza. Maricela Luna comentó que Rubén Ramírez está muy preocupado por la salud de su mamá: “Él se encuentra preocupado por eso, pero tiene muchas cosas resueltas”.
Rubén fue cambiado de ubicación en la prisión, se le instaló en una celda en la que ponen a las personas que van a ser ejecutadas. “Me transmitió mucha paz”, comentó la periodista.
La comunicadora retomó las palabras del gobernador Miguel Márquez cuando decía: “Texas se está preparando para ejecutar a un hombre potencialmente inocente”.
Describió que después de analizar las cosas, ambos se despidieron colocando las palmas de sus manos a través del cristal. Me despedí; la despedida fue de nuevo con la mano en el cristal con la esperanza de volverlo a ver, no antes del 8 de noviembre, pero estoy segura que podría ser después”, aseguró la periodista de Irapuato.
Rubén está tranquilo “y yo no puedo hacer más que también estarlo, esperando junto a su familia que haya buenos resultados jurídicos rumbo a la fecha de ejecución, el 8 de noviembre”, concluyó.