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Chilpancingo.— El nuevo obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, aseguró que continuará dialogando con las organizaciones criminales como lo hizo su antecesor Salvador Rangel Mendoza.
Este martes, González Hernández tomó posesión como titular de la diócesis Chilpancingo-Chilapa y una de sus primeras actividades fue una conferencia de prensa junto con el obispo emérito.
El nuevo obispo aseveró que está consciente de que llega a un estado que es campo “minado” por las organziaciones criminales. “Es un desafío hablar para un franciscano, ir hablar con el hermano que mata, extorsiona o roba. ¿Por qué mata, por qué roba o extorsiona? Entonces sí hay que dialogar”, expuso el prelado.
Explicó que hay personas que roban o extorsionan y lo hacen por hambre o porque les violaron sus derechos.
“Si es la única manera de sobrevivir, sembrando hierbitas prohibidas, pero qué les hemos dado para que siembren su propio alimento”, cuestionó, al referirse a las personas que siembran estupefacientes.
Dijo que siempre asusta tener un diálogo con las organizaciones criminales porque “traen armas, tienen balas, hace agujeros y la gente se muere”.
“Entonces, sí da miedo, pero hay que vencerlo y tratar que el cuerpo no se vaya asustar mucho y llegar al diálogo”, dijo.
Precisó que no dialogará con dirigentes criminales que consuman drogas, y consultará con su antecesor para pedirle información y consejos para restablecer la comunicación con el gobierno estatal, que esta rota desde el anterior. El obispo hizo un recorrido de bienvenida por las calles de la ciudad.
