Tapachula.— Integrantes de la Caravana de Madres Centroamericanas arribaron ayer a México para buscar —durante 15 días— a sus hijos migrantes que desaparecieron cuando viajaban en busca del sueño americano.
El grupo, integrado en su mayoría por mujeres y algunos hombres de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, arribó a la frontera Talismán-El Carmen, que une a México con Guatemala, la tarde del viernes.
Llevaban colgando en el cuello las fotos de sus hijos. Como desde hace 15 años, las madres llegaron a la cita con la esperanza de encontrar pistas que las lleven a encontrar a sus seres queridos.
De acuerdo con el coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), Rubén Figueroa, la caravana de madres recorrerá 13 estados del país, donde buscarán en cárceles, plazas públicas y centros poblacionales.
Abundó que sostendrán diálogos con funcionarios de la nueva administración federal para exigir una respuesta sobre el paradero de sus hijos y exponer la situación de violencia y abusos que están sufriendo los migrantes en su trayecto a la frontera norte.
El activista dijo que la llegada de las madres centroamericanas se da en medio de una crisis migratoria con altos índices de secuestros, homicidios, desapariciones y violaciones a sus derechos humanos, adempás de un muro humano para impedir el ingreso de migrantes a Estados Unidos.
“Las madres vienen con la esperanza de encontrar a sus hijos con vida o pistas que las lleven a su paradero, pero también están preparadas para las malas noticias”, mencionó.
Explicó que durante 15 años han reunido a 315 personas con sus familiares y esperan que en esta caravana haya cuatro reencuentros; dos, en Chiapas.
Algunas de las integrantes de la caravana son Hipólita Ros Días y Margarita Reina Lainez, quien tiene 75 años. Hipólita busca a su hermano, Elías Ros Pérez, desaparecido desde hace nueve años; Margarita, a su hija Dilcia Noemí Lainez, quien en 1992 dejó Honduras para emprender el rumbo hacia Estados Unidos.