San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca
.- A María le regresaron las pesadillas. Que su agresor salga en libertad le roba el sueño, pues pasaron seis años para que fuera detenido.
Ella es una adolescente de 14 años de edad, de Tuxtepec , Oaxaca ; cuando tenía siete años, un familiar de más de 70 años abusó sexualmente de ella.
Aterrada, pero desesperada por guardar el secreto, la niña confesó meses después que fue violada.
La madre de María, la señora Verónica, exige justicia por el caso de su hija, pues durante seis años el agresor gozó de libertad ante la inacción de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca para aprehenderlo.
Al hombre lo detuvieron el pasado 17 de enero en una comunidad del estado de Veracruz , en la misma dirección que la mujer proporcionó desde el año 2013 a las autoridades de la Fiscalía, para su detención.
Localidad a la que huyó tras enterarse de la denuncia en su contra.
“Ahora nos dicen que no fue violación , que solo fue abuso sexual . Dicen que es diferente, pero sea como sea ese hombre le hizo daño a mi hija y exigimos justicia”, dice la madre, quien se esfuerza por comprender todo el procedimiento burocrático que debe seguir para alcanzar justicia.
María recuerda el trágico hecho como si apenas hubiera ocurrido, precisa Veronica, quien la ha visto llorar y deprimirse cientos de veces en el transcurso de seis años.
Fue en diciembre del 2012 cuando la niña fue abusada por un tío político , cuñado de su padre.
La niña había entrado a la casa de su agresor en busca de su padre, a quien tenía previsto encontrar.
María no dijo nada, pues el hombre la amenazó con matar a su mamá y hermanos si lo hacía. Como ya se le había hecho costumbre amenazarla cuando le hacía tocamientos en otras ocasiones, por varios meses.
El hombre fue contratado para llevar y recoger a su hija de la escuela, momentos que ocupaba para abusar y amenazar a la pequeña de siete años de edad.
La niña cumplió en mantener el secreto, pero trató de evitar más abusos. Pidió a su mamá que ya no quería irse con ese hombre y preferiría viajar en autobús, a lo que el padre de la niña se opuso rotundamente.
En marzo del 2013 María no pudo más. Contó de la violación a su mejor amiga. Para después llegar a oídos de sus padres.
Fue entonces que interpusieron la denuncia marcada en el expediente 100/2013. Desde entonces la incansable mujer acudía regularmente a la Vicefiscalía Regional de la Cuenca, de la Fiscalía General, para preguntar sobre el avance en las investigación para detener al agresor.
Nunca encontró respuestas positivas hasta que hace unos meses, por casualidad conoció a un agente de la Fiscalía que le ayudó a desempolvar el caso y lograr la detención.
María y su mamá lloraron de emoción ante la noticia de la aprehensión. Pero saben que esto no es final, ahora deben mantenerse firmes en el caso hasta tener justicia. “¡Sólo queremos justicia!”, claman.
mpb