Carbó.—En una humilde vivienda del pequeño municipio de Carbó, Sonora, de menos de cinco mil habitantes, el velorio de Cristo Fernando se prolongó por tres días. Para familiares y amigos, la resignación de su intempestiva partida, no llega.

La muerte del joven de 17 años de edad y de su pareja sentimental, Melisa Analí, tiene interrogantes sin respuestas, que revelan omisiones tanto de las fiscalías General de Justicia del Estado y General de la República (FGR), así como de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“Lo mandé a comprar tortillas y ya no volvió, los militares me lo mataron”, expresa Sugey Leonor, madre de Cristo, al narrar a EL UNIVERSAL la tragedia que envuelve a su familia desde el sábado 25 de enero.

“Ese día, teníamos en la casa una fiestecita, había pastel, uno de sus amigos cumplía años, yo lo mandé a la tienda, y se fue con Melisa, no regresaban, se nos hacía raro, marcamos al celular de Cristo y no contestó, como a la media hora, alrededor de las cinco de la tarde llegó mi mamá, a ella le avisaron que se había volteado a la salida del entronque a la carretera internacional”, dice.

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“Me fui al lugar, pero la ambulancia del municipio se los había llevado al Hospital General de Estado, cuando quise acercarme al carro, los militares no me lo permitieron, de lejos miré que lo tenían rodeado”.

En ese momento —añade—, un elemento de la Sedena se me acercó. Le pregunte ¿viste el accidente?. Me respondió que sí.

“Y dijo: es que él nos vio y le aceleró al carro y se nos hizo sospechoso, y como iba muy recio en el carro, se volteó”.

Yo tuve que irme al hospital, narra la señora Sugey. Un familiar le informó que la Sedena se encargó de llevarse la unidad, la cual hasta el momento no sabe dónde está.

“Cuando llegué al hospital me dieron la noticia que mi hijo había fallecido, y yo dije pues por la volcadura se murió; fui con la mamá de Melisa y le pregunté cómo estaba su hija y me dijo imagínate como está, si tiene un balazo en la cabeza”.

“¿Y cómo un balazo en la cabeza, si a mí me dijeron que mi hijo se había volteado?, nunca me dijeron que mi hijo estaba baleado” añade.

Fue a las tortillas y no volvió: lo mataron por no detenerse en retén, dice su mamá
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La señora Sugey Leonor externó que el Ministerio Público en el hospital le informó que su hijo tenía cuatro impactos de bala en el pecho con orificio de salida por la espalda, y su pareja un balazo en la cabeza, entonces no se explica cómo es que el soldado con el que platicó en el lugar del accidente, le aseguró que lo habían perseguido por no atender una indicación de alto.

En el hospital se enteró que los militares en su declaración ministerial dijeron que lo habían matado porque esquivó la parada, luego dijeron que traía una bolsa con droga. Ella desconoce que su hijo estuviera in volucrado en actividades ilícitas. Al contrario, era un trabajador del campo, dejó sus estudios porque se enamoró de Melisa y se la quiso llevar a vivir con él.

La madre de Cristo Fernando comenta que estuvieron viviendo en su casa durante un año y tres meses, y el próximo domingo se irían a vivir solos en una casita que les había prestado. Estaban felices porque iban a vivir su sueño de ser independientes, comentó la madre de Cristo Fernando, quien no quería sepultarlo.

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Tenía tres días velándolo en el patio de su casa, pero entendía que su familia y sus amigos estaban cansados. A las 17:00 horas del 28 de enero, se le realizó una misa de cuerpo presente en la iglesia del pueblo y luego, lo llevaron a sepultar al panteón municipal.

Sugey Leonor, con el alma partida exige justicia, porque para ella la muerte de su hijo y su pareja está llena de oscuridad; ninguna autoridad se ha acercado a explicarle qué fue lo que pasó, ni siquiera le entregaron un documento de la autopsia de Cristo Fernando que revele la causa de su muerte; le entregaron el cuerpo sin ningún papel de por medio y el carro no sabe en qué condiciones quedó, ni dónde está, sólo le informaron que se lo llevó la Sedena.

Informe escueto

En relación con el evento de Carbó, las fiscalías del Estado y General de la República y Militar llevan a cabo las investigaciones. La fiscalía de Sonora informó que personal de esta institución participó sólo con la realización de datos de prueba relacionados con el ingreso de las dos personas al Hospital General del Estado, así como con la entrega de los cuerpos a los familiares.

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“La Fiscalía General de Justicia del Estado tuvo conocimiento del caso, una vez que se solicitó la presencia de personal de Servicios Periciales, en el Hospital General del Estado, a fin de realizar la autopsia a dos cuerpos, uno de ellos masculino, menor de edad, de 17 años, identificado como Cristo Fernando “N”, y una mujer, de 19 años de edad, de nombre Melisa Analí “N”, que fueron entregados a sus familiares”.

Los resultados de las autopsias, fueron entregados a la Fiscalía General de la República, a fin de integrarlos a la carpeta de investigación.

Se consultó a la Sedena sobre el caso y hasta el cierre de la edición no había respuesta.

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