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Chilpancingo.— El 7 de marzo, policías estatales asesinaron al normalista de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez Peralta, de un tiro en la cabeza. A un mes, la madre del estudiante, Lilia Vianey Gómez, exige justicia para su hijo, que detengan al agente que se “fugó” y un juicio político para los funcionarios que montaron una mentira en torno al crimen.
Ayer, justo en el lugar donde hace un mes —sobre el antiguo libramiento a Tixtla, en Chilpancingo— un policía estatal le disparó a Yanqui Kothan, su madre, sus amigos y compañeros encabezaron un mitin.
La madre de Yanqui Kothan fue precisa en su exigencia: la detención del policía estatal David Ramírez García, quien presuntamente disparó a su hijo y está prófugo.
Se presume que Ramírez García fue el policía que disparó contra Yanqui Kothan. Tras el crimen declaró en la agencia del Ministerio Público, pero no fue detenido: la Fiscalía General del Estado (FGE) no solicitó la prisión preventiva y la Secretaría de Seguridad Pública lo tuvo en resguardo administrativo.
Al tercer día del asesinato se filtró que Ramírez García se fugó del resguardo administrativo. A la fecha está prófugo.
“¿Dónde está el policía que asesinó a mi hijo? El asesino de mi hijo sigue suelto, no han resuelto nada. Estamos esperando noticias de esa persona”, reclamó ayer la madre del estudiante y exigió que, al menos, se emita una ficha de búsqueda y se ofrezca recompensa por la ubicación de Ramírez García.
En el mitin, familiares y normalistas portaban lonas con el rostro del policía acompañado de la leyenda: “Se busca. Asesino”.
La señora también afirmó que la destitución del secretario de Seguridad Pública, Rolando Solano Rivera; del secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez; y de la fiscal, Sandra Luz Valdovinos, quienes revictimizaron a Yanqui Kothan y fallaron en la procuración de justicia, no es suficiente y pidió que sean sometidos a un juicio político y que se les finquen responsabilidades penales por la versión falsa que montaron sobre su hijo.
También había exigido que no nombrara en su lugar a mandos militares, petición que fue ignorada por el gobierno del estado.
