Monterrey, NL, 1 de diciembre- Luis Enrique Orozco Suárez, gobernador interino de Nuevo León designado por el Congreso del Estado, confió que habrá una transición ordenada y pacífica para que pueda tomar posesión del despacho del Ejecutivo en Palacio de Gobierno; pero si no se le permite el acceso, a fin de evitar violencia o confrontaciones, buscaría ejercer sus funciones en una sede alterna, y puso como ejemplo al presidente Juárez que se vio obligado a ejercer una presidencia itinerante y hasta en un carruaje a lo largo por distintos estados del país.
En una extensa entrevista que concedió al periodista Julio César Cano para ABC Noticias, Orozco Suárez reiteró su compromiso de no realizar “cacería de brujas”, pues dijo que reconoce las capacidades y respeta a todos los integrantes del gabinete, con quienes espera trabajar en equipo para salir de las crisis que sufre el estado, resolviendo problemas de seguridad, movilidad, y de gobernabilidad entre otros que atraviesa el estado.
Sin embargo, expresó que todos los servidores públicos del gabinete son de confianza y tiene al gobernador como superior jerárquico, ante cual si hay en alguno una actitud contumaz de desobediencia o de obstrucción, pueden ser separados del cargo, cuando así lo decida el titular del Ejecutivo.
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Orozco Suárez señaló que nunca le perderá el respeto al gobernador Samuel García, a pesar de que hace meses públicamente dijo que si él era designado Fiscal General, se zanjarían sus diferencias con el Congreso por la designación de Adrián de la Garza, y ahora a raíz de su designación como gobernador interino, expresó que es un “espurio”, pues comentó que “cuando se pierde el respeto se pierde todo”.
Negó asimismo ser de militancia priista, o tener afinidad por dicho partido, pues afirmó que como ciudadano, ha votado por candidaturas de diversos institutos políticos, mientras que su carrera de 25 años en la Procuraduría y ahora Fiscalía General de Justicia, se dio bajo gobiernos del PRI, PAN y el independiente de Jaime Rodríguez.
Comentó que horas después de ser designado, mandó mensajes al gobernador Samuel García, al Secretario de Seguridad, Gerardo Palacios, y al Secretario General de Gobierno, de los cuáles sólo este último, tras expresarse respeto mutuo, le dijo que es necesario respetar las instituciones y acatar las resoluciones judiciales, en lo cual coincidió plenamente.
Ante la posibilidad de que con el uso de la fuerza pública se le impida tomar posesión del despacho del Ejecutivo en Palacio de Gobierno, dijo el gobernador interino, que “el ejercicio del cargo no está condicionado o limitado a la instalación física en ese espacio, espero y deseo una transición ordenada, y de no poder llevar a cabo la entrega recepción del despacho, se tendrá que dictar medidas, para la instalación en otra parte del Estado”.
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Mencionó “hay casos en la historia universal, como el presidente Juárez que tuvo un gobierno itinerante en un carruaje, instalando su gobierno en esta misma ciudad de Monterrey, espero que no suceda así y que reine la civilidad, la cordura y la tolerancia.
Orozco Suárez dijo que para poder ser considerado entre los perfiles para gobernador interino, era necesario renunciar de manera irrevocable al puesto de Fiscal que ocupó por seis años y 25 en la ex Procuraduría y ahora Fiscalía, pero no teme quedarse sin empleo, pues muchos le han abierto las puertas para darle trabajo, al terminar el interinato o antes si se cae su nombramiento por alguna resolución judicial, que acatará sin demora, porque sería un loco si no lo hace, ya que sabe las consecuencia que esto implica.
Habló también de su origen humilde, nieto de un abuelo paterno que trabajaba como minero y otro materno que era sastre; que vivía en una casa del Infonavit, donde su familia le inculcó valores que todavía conserva como el respeto y el amor al trabajo, ganándose su primera oportunidad de laborar a los 17 años, gracias a sus buenas calificaciones, y siendo que desde entonces nunca ha “levantado la mano”, sino que siempre lo llaman o invitan colaborar, como fue también en este caso, para servir a Nuevo León, lo que espera cumplir ayudando a resolver los distintos problemas y a destrabar los conflictos de gobernabilidad que son reconocidos por los mismos actores implicados y son observados a escala nacional.