Marcelino Marín Morales pasó dos meses con Covid-19 en su casa, bajo el cuidado de sus familiares. Durante los últimos 20 días necesitó oxígeno medicinal, insumo que comienza a ser difícil de conseguir en el Istmo de Tehuantepec, ante el repunte de contagios que vive la región.
“Fue un calvario conseguir el tanque en calidad de renta. Nos pidieron la prueba de Covid-19, la receta médica, la CURP, copia de credencial del paciente y de un familiar y pagamos un depósito de 4 mil 500 pesos”, narran sus familiares.
Explican que sólo en el relleno de un tanque durante 20 días gastaron 19 mil 600 pesos, más otros 300 para el traslado de Juchitán al puerto de Salina Cruz, que es el único municipio donde está el distribuidor de oxígeno.
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Igual que la familia de Marcelino, aquellos con un pariente enfermo pasan por un verdadero suplicio para obtener un tanque de oxígeno, que puede ser la diferencia entre la vida y la muerte de familiares que se atienden en sus viviendas, a falta de camas en los hospitales.
Desde mayo pasado, cuando comenzó a presentarse el repunte de los contagios, la demanda de tanques de oxígeno fue creciendo en toda la región, asegura el presidente municipal de El Espinal, Hasael Matus Toledo. “Las personas nos hablaban por teléfono, pedían nuestra ayuda para conseguir un tanque; lamentablemente no pudimos atender todas las peticiones”, dice.
Según una cotización realizada para el gobierno de este municipio, un tanque de oxígeno de 10 mil litros tiene un precio de 13 mil 500 pesos, incluyendo la cánula y el vaso. Hace un año, el llenado de un tanque así costaba 980 pesos, pero el precio se incrementó este 2021 a los mil 280 pesos. El problema es que por ahora ni en la Ciudad de México se consiguen los tanques.
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Según José Antonio López, trabajador del único centro distribuidor de oxígeno en el Istmo, ubicado en el puerto de Salina Cruz, el relleno de los tanques de oxígeno se despacha conforme van llegando los clientes, pero por ahora sólo venden tanques pequeños de 6 mil pesos.
“No tenemos retrasos”, asegura, aunque el edil de El Espinal, Hasael Matus, reitera que se despachan hasta 24 horas después.
“No salgan, cuídense”
En el municipio de Santo Domingo Ingenio, que se mantiene en rojo del semáforo epidemiológico y que acumula 21 fallecidos, sólo entre mayo y junio, contra los 10 registrados durante todo 2020 y que tiene 33 casos activos, las autoridades municipales sólo cuentan con 15 tanques de oxígeno: todos están siendo usados.
Lo anterior es porque pocas familias cuentan con los recursos para adquirir un tanque o pagar mil 280 pesos cada dos días en el llenado del oxígeno.
A ello se suma el costo del tratamiento para los pacientes, que consiste, según el médico que lo recete, en el suministro de comprimidos conocidos como Xarelto o Rivaroxaban, que cuesta 2 mil 500 pesos.
“El Covid-19 nos trae momentos desgastantes en la salud, en lo emocional y el aspecto financiero”, afirma Ángeles Altamirano Ramos, pobladora que compartió su testimonio como parte del mensaje que ofreció la presidenta municipal, Amelia Gómez Ríos, en el cual informó que se amplía el semáforo rojo al 18 de julio.
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La mujer narra que su familia se vio obligada a desprenderse de varios bienes para poder costear los tratamientos contra el virus. “Vendí mi camioneta para poder comprar tres tanques y medicinas para tres tíos, hombres de campo, que se contagiaron y murieron uno tras otro entre el 1 y el 3 de junio pasado. No salgan, cuídense”, pidió.
Abogarán por más camas
Ante la imposibilidad de conseguir tanques de oxígeno y sin camas para pacientes en los hospitales de la región y con el de Ciudad Ixtepec en paro de labores, es mejor que desde los primeros síntomas los pacientes acudan al doctor para que reciban el tratamiento, explica el médico Florentino López.
“Para mí, siendo istmeño, es un reto mayor contribuir con mis gestiones ante las autoridades de salud para que, ante el aumento de contagios, se eleve el número de camas para atender pacientes de esta pandemia”, señala el nuevo jefe de la Jurisdicción Sanitaria del Istmo, el médico Ignacio Zárate Blas.
En el caso del hospital civil de Ixtepec, el funcionario adelanta que hablará con las autoridades estatales para que den respuestas positivas a sus demandas. “Vamos a dialogar con todos los representantes sindicales para destrabar aquellos temas que están pendientes”, ofrece.