Guanajuato, Gto.- Los ocho migrantes guanajuatenses encontrados sin vida en la caja de un tráiler abandonado el San Antonio, Texas, el 27 de junio pasado, regresaron a sus tierras de origen en donde reciben el último adiós de sus seres queridos.
La música de banda, tronidos de cohetones y columnas de personas acompañaron los cortejos fúnebres de la paisana María Guadalupe Montero Serrato, de 28 años, madre soltera de una niña y un niño de 12 y 10 años de edad, en la comunidad La Enmarañada, del municipio de Valle de Santiago.
Ella se fue a Estados Unidos con el sueño de procurar una mejor vida para sus hijos, comentó su familia. La joven madre descansa en el Panteón de Santiago Apóstol.
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Omar Osiel Hernández García, representante del Club Migrante Orgullo Guanajuatense, dijo que los migrantes que fallecieron ya están en su tierra, “cada uno donde sus familias podrán estar con un poco de paz al saber que llegaron como héroes buscando un sueño americano”. En sus redes sociales compartió un corrido que narra la tragedia.
El funeral de Pedro Daniel , de 16 años, se realiza en la casa de sus padres, ubicada en la comunidad Miranda, productora de ladrillos, del municipio de San José Iturbide.
De la fachada del domicilio pende un moño blanco que en el poblado simboliza la muerte de un “angelito”. “Era un buen muchacho, trabajador”, dijo María, una vecina que pide a Dios para que sus padres tengan fortaleza.
El menor migrante será sepultado en el panteón de la vecina comunidad El Capulín, en San José Iturbide.
Pedro Daniel viajó hacia Estados Unidos junto con su tío Juan, quien vivía en la ciudad de México, quien también murió asfixiado en el tráiler, y con su primo Ricardo, adolescente y vecino de Miranda, quien logró sobrevivir.
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Para Efraín Ferrel García, de 22 años, quien hace un año contrajo matrimonio y buscaba recursos para construir su propia casa, la tarde de este viernes se ofreció una misa de cuerpo presente y se procedió a darle santa sepultura, compartieron sus vecinos de la comunidad de Crespo II, en Celaya.
Los cuerpos de los también celayenses José Antonio Pérez Ramírez de 29 años, de la comunidad de Crespo ,Oscar Aguado Romero de 30 años de la comunidad de Estrada y José Guadalupe Narciso Muñiz, de 34 años, llegaron a las casas que dejaron en junio pasado en la búsqueda de esperanzas.
Este día repatriaron los cuerpos de Álvaro Enrique Ojeda Salazar, que por la tarde fue recibido por sus padres en Cortazar, en donde también oran por Omar Rico Almanza, otro de los paisanos fallecidos en el tráiler.
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