Ubicado en una de las zonas más turísticas de Puerto Vallarta, Jalisco, el restaurante-bar Distrito 5 fue el escenario donde la madrugada del pasado viernes asesinaron al exgobernador Aristóteles Sandoval Díaz.
El bar Distrito 5 está en la mira de las autoridades, luego de que el fiscal general del estado, Gerardo Octavio Solís Gómez, exhibió que personal del lugar limpió la escena del crimen y retiró indicios del atentado y las cámaras de seguridad.
El negocio es dirigido por jóvenes empresarios de la familia Altamirano Ochoa, la cual ostenta una trayectoria de 30 años en el sector restaurantero a través de 10 sociedades mercantiles dedicadas al giro del entretenimiento, mediante las cuales han abierto decenas de antros en cuando menos cuatro estados de la República mexicana.
A pesar de que que la familia Altamirano Ochoa es la que dirige el bar, el registro está a nombre de Manuel Sánchez. Documentos obtenidos por EL UNIVERSAL revelan que el bar Distrito 5, dedicado al entretenimiento nocturno, se abrió en 2017; es propiedad de la empresa Jomansac, S.A. de C.V., inscrita en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio de la entidad en 2013, y como socios fundadores aparecen José Manuel Sánchez Cruz y Lorena Segura Algara.
Según los registros públicos asentados en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), la concesión de la denominación y logo usado en el restaurante-bar se otorgó en octubre de 2017, y el titular de los derechos es José Manuel Sánchez Cruz.
Sánchez Cruz es reconocido como un personaje en el mundo del entretenimiento nocturno y socio del empresario nayarita Octavio Manuel Altamirano Monroy, quien se ha destacado en el ramo desde hace 30 años.
En junio de 2018, la denominación Distrito 5 fue tramitada a petición de Octavio Manuel Altamirano Ochoa, quien intentó registrar la marca y logo con diferencias sutiles, por lo cual el instituto negó la concesión, debido a que Manuel Sánchez la había tramitado un año antes.
Altamirano Monroy es dueño de docenas de centros nocturnos y restaurantes, entre ellos La Vaquita, Eme, La Mandala, Pink Bar, República Taco, entre otros, además, es padre del joven empresario Octavio Manuel Altamirano Ochoa.
Los registros de marca que la familia Altamirano Ochoa ha tramitado están cerca de contabilizarse en una centena; en su mayoría se trata de denominaciones, eslogans y logos que dan nombre a sus establecimientos, donde los tres hijos de Octavio Manuel Altamirano Monroy y Sofía Ochoa son socios propietarios desde menores, ya que a su nombre se han tramitado los registros de marca y forman parte de los socios de las cuando menos 10 empresas dedicadas al entretenimiento y al ramo inmobiliario.
Entre las empresas más productivas destacan las registradas en los estados de Jalisco, Nayarit, Ciudad de México, Baja California Sur y Quintana Roo, entre ellas Operadora Risoto, S.A. de C.V.; Operadora de Servicios Restauranteros Altamirano, S.A. de C.V.; Merkword, S.A. de C.V., y Operadora Hilos, S.A. de C.V.
Los jóvenes empresarios Sofía (28), Octavio (26) y Ricardo (25) son nietos del exgobernador nayarita Rigoberto Ochoa Zaragoza (1993-1999), quien destacó por su militancia priista, así como por su largo liderazgo sindical en la industria tabacalera.